Por: Jorge Iván Cárdenas

Aprovechando la reforma al Sistema General de Regalías a través del Acto Legislativo 5 de 2019, el cual permite crear una nueva ley que modifica en gran proporción la 1530 de 2012; es pertinente identificar los lineamientos para mantener el desarrollo económico dentro de su espíritu.

En primer lugar, no hay que perder del radar la importancia y origen de los fondos de las regalías, y más aún, luego de la escalofriante caída de los precios de los commodities a raíz del coronavirus, en donde solo el precio del BRENT se fue en corto hacía los $30 USD por barril.

Aunque es muy temprano para medir el impacto que traerá esto a la producción de Recursos Naturales No Renovables, sí prende las alarmas que ameritan investigaciones técnicas que permitan incentivar la producción de mencionados recursos. Sin los sucesos recientes, el Plan de Recursos ya estimaba una disminución de -21.9 % para el 2028. En efecto, se abre cuatro ventanas para analizar:

1) Revisar técnicamente la política de fiscalización de los recursos.

2) Apresurar la producción no convencional de los RNNR.

3) Acotar la distribución hacía presupuestos de inversión y no de gasto.

4) Robustecer el proceso de distribución de las asignaciones directas a los entes productores –punto para la reforma que aumenta del 11 % al 20 % dichas asignaciones –.

En segundo lugar, debería ser la gobernabilidad sobre los recursos. El actual Sistema planteó los OCAD como escenario de convergencia entre los tres niveles de gobierno con el objetivo de poder llevar proyectos con impacto regional, promover la equidad y competitividad, y fortalecer el ahorro. Ahora bien, la actual reforma deja solo los OCAD regionales y ejerce responsabilidad sobre los niveles departamentales y municipales en la aprobación de los recursos. En este punto, las críticas han sido reiterativas sobre la capacidad de ejecución de las respectivas entidades, principalmente por los casos de corrupción encontrados en el Sistema.

En dirección de la gobernabilidad y la transparencia en la ejecución de los recursos, es pertinente revisar que las condiciones sociales y de empoderamiento de la ciudadanía a hoy son mayores a las que se vivieron en años anteriores al 2012. Según el Foro Económico Mundial la ciudadanía hoy tiene mayor acceso a la información, existen modelos de gestión y colaboración, y la gobernanza entre los Estados y los demás actores sociales exigen modelos enfocados hacia la auditoria y el seguimiento de la gestión de los mismos líderes.

En concordancia con lo anterior, pensar que dicha libertad otorgada a los niveles departamentales y municipales es volver al pasado, puede ser un pensamiento acotado hacia la historia y no hacia la actualidad en donde los niveles de participación ciudadana exigen mejores gobernantes y condenan a los que son propensos a la corrupción. Error si los mandatarios locales no mejorar sus capacidades y transparencia, ellos tienen la responsabilidad ante su ciudadanía.

En línea, y con bases técnica, se argumenta que existen ciclos en las políticas públicas y se requiere interrupción para nuevos procesos hacia nuevos objetivos, por ende, es sano modificar las metodologías para tener evidencia de cuál sería el mejor escenario. Además, al revisar el Índice de Gestión de Proyectos de Regalías del actual Sistema, este mejoró un 12 % entre el 1T2016 y el 3T2019, es decir que existe tendencia hacia mejorar la gestión administrativa y de desempeño de parte de las entidades y los mandatarios.

En tercer lugar, está la promoción de la descentralización y el desarrollo desde los territorios. Un Pacto por Colombia, Un pacto por la Equidad” es un plan que se pensó para conectar los territorios, los gobiernos y la población; por ende, tiene una visión regional que debe alinear todas las fuentes de inversión hacia los mismos territorios, es decir que se debe lograr la unidad de criterios de regionalización desde todo el andamiaje estatal para llevar las condiciones de desarrollo al territorio, tal y como lo recomendó la OCDE a través de las subregiones funcionales.

En cuarto lugar, la inclusión de la sociedad. Luego de tener el Plan de Desarrollo Nacional más participativo en la historia de Colomba, “Un Pacto por Colombia, Un pacto por la Equidad” logró acoger un capitulo completo para las comunidades con enfoque diferencial, en donde se crearon instrumentos de seguimiento como los trazadores presupuestales. Aquí es importante mantener la relevancia que se le dio a dichas comunidades en el Plan, dado que se evidencia una oportunidad de mejorar las inversiones con enfoque diferencial, según estadísticas se debió haber invertido entre 2012 y 2019 $1.2 billones por asignaciones directas y FCR-40 % y apenas se invirtió $693 mil millones.

En quinto y último lugar, debería estar el fortalecimiento del seguimiento y la mejora continua. En este punto se resalta que en tanto en la ley, como en la institucionalidad, se debe resaltar a la Comisión Rectora como órgano encargado de definir la política general del Sistema, en donde a través de acuerdos se puede lograr cambios sustanciales en función del mejoramiento continuo del sistema, claramente con aspectos técnicos y objetivos; como también la importancia de mantener y robustecer el Sistema de Monitoreo como generador de insumos y seguimiento para reevaluar la política pública del sistema hacia futuro.

@cardenas_iv