Por: Jorge Iván Cárdenas

Fondear la reactivación y recuperación sin duda serán tareas complejas. El Presupuesto General sufrirá un golpe significativo, el déficit fiscal se voló por arriba del 6 % del PIB. Las regalías afrontan una reforma. En esta, y en virtud de la crisis de conocimiento público, el criterio debería ser la producción e inversión sostenible, tanto en materia de medio ambiente como de crecimiento económico.

Inicialmente se pudiera pensar que las regalías serían motor de reactivación, sin embargo, al profundizar el análisis flota la preocupación. La disminución de la demanda de combustibles fósiles, el precio del petróleo en promedio de los $40 USD, los cambios geopolíticos en Asia y Medio Oriente, y el fortalecimiento de las energías renovables, genera condiciones para el análisis sobre las regalías.

Antes del covid-19 las proyecciones de ingresos por regalías eran una relación a la baja, hoy al revisar los informes sobre reactivación económica del sector se resalta la disminución de la demanda de energía, la caída del 67 % del precio del BRENT y la producción (KBPD) en un -17 %. En Colombia las exportaciones minero-energéticas se redujeron en un 48,2 % a mayo de 2020.

Bloomberg pronostica que la demanda mundial de petróleo podría recuperarse hacía 2021 siempre y cuando existan condiciones para controlar el virus y mejorar la movilidad aérea. Mientras en Colombia la matriz minero-energética está transformándose, con la crisis se enuncia una aceleración hacia la sostenibilidad, luego entonces: ¿Qué sucederá con la producción de recursos naturales no renovables?

Los ODS están liderando la influencia sobre las políticas públicas, en particular la promoción de la sostenibilidad, y todo aquello que tenga relación en el sector minero-energético. La visión sectorial de Planeación Nacional da por entendido que las inversiones de energías renovables generan tres veces más empleos que el sector de combustibles fósiles. La creación de empleo es clave para la recuperación.

Los mercados internacionales facilitan la inversión en temas de sostenibilidad ambiental, Bloomberg Green resalta el valor de las empresas con criterios de sostenibilidad, y la cooperación internacional evoca sus incentivos a mencionados beneficios. En síntesis, las regalías enfrentan en el mediano plazo problemas estructurales de sostenibilidad financiera y ambiental.

Se podrá estimar recursos para la recuperación, pero si la transición a energías renovables se materializa: ¿Qué va a pasar con las regalías? En el bienio 2015 – 16 cuando el BRENT cayó a $31 USD y las exportaciones petroleras en un -70 %, el recaudo de las regalías fue de $7.6 billones, hoy que las condiciones pueden ser más severas es justo pensar la sostenibilidad de respectivos recursos.

El presupuesto para el bienio 2021 – 22 puede ser muy restringido. Además, este Sistema permite financiar alrededor de 18 sectores y las decisiones recientes fomentaron el gasto corriente durante la pandemia, es decir que tiene oportunidad de mejorar la focalización. La teoría económica reza que estas inversiones deberían ser traducidas en aquellas que generen mayor dinámica de crecimiento.

Por ejemplo, Colombia tiene oportunidad de mejorar en el índice de Desempeño Logístico del Banco Mundial, el cual tiene 2.6 de 5. También carece de la diversificación exportadora. En definitiva, las regalías serían buena fuente de recuperación si se piensan desde la sostenibilidad financiera y ambiental. Fortalecimiento en la producción y focalización de la inversión en spillovers de crecimiento.

Twitter e Instagram: @Cardenas_iv