Por: Sebastián Zapata Callejas

El panorama nacional no es el mejor, ahora sí se viene el pico de la pandemia del covid 2019, calamidad que, como es de conocimiento público, tiene de rodillas a gran parte de la humanidad. Es de precisar que como país se ha obrado con la mejor intención tanto desde el nivel central como territorial, sin embargo, para ser francos, el escenario en materia de salud pública va a ser crítico en algunos territorios, como ya ha pasado en varios países y ciudades.

Hay que advertirlo, tal vez los próximos meses no van a representar de manera tangible el peor escenario para Colombia, el verdadero marco de complejidad va a llegar en un mediano plazo, ya no de la mano de un asunto de salubridad sino económico, ya que esta pandemia lo que va a hacer es atrofiar gran parte de los logros en materia de desarrollo y progreso que se han obtenido en las últimas décadas.

Cuantitativamente no es muy alentador el panorama, según la CEPAL la región va a tener una caída del PIB de un 9,1%, mientras que Colombia tendrá una baja del 5,6 %. Se debe mencionar también, que la previsión del declive en la clase media será elevada, tanto en la clase media consolidada como en la clase media vulnerable, cayendo alrededor de una 18 % y un 9 % respectivamente, toda vez que las personas en condición de pobreza subirán casi un 30 %. Ni hablar del asunto del desempleo, ya que según experto el desempleo no va a bajar del 18 %.

Ahora bien, especulando el panorama que se viene, seguramente, la peor crisis en materia económica para Colombia, el único camino es comenzar a pavimentar las grandes reformas, los grandes cambios en diversos asuntos.

Será necesario una verdadera y contundente reforma en el asunto de defensa, justicia y seguridad, que saque a los ciudadanos del velo de la inseguridad, que las rentas ilegales no sigan siendo funcionales al sistema social, que la corrupción carcelaria deje de imperar, que las bandas criminales no tenga el monopolio de la fuerza en ciertos territorios, que todos los dineros en las Fuerzas Militares sean bien ejecutados, que los reincidentes no deambulen por las calles y que la explotación ilegal de recursos sea atacada con vehemencia, entre otros asuntos.

Así mismo, se necesita comenzar a gestar un cambio en materia de salud orientado a poner en cintura a las EPS en aras de evitar que los recursos caigan en entramados de corrupción, buscar pragmáticamente en disminuir el desbalance entre el régimen subsidiado y contributivo, entre otros asuntos.

De igual modo, es fundamental no aplazar más una reforma real en materia de trabajo y de pensiones. Esta pandemia evidenció lo frágil que es la economía colombiana, en donde un poco más de la mitad de las personas ocupadas lo hacen de manera informal.

Urgen replantear, así sea políticamente costoso, el tema del trabajo y las pensiones, porque, entre otras cosas, es necesario que se haga una flexibilización, pero digna y sin desventajas para el trabajador, de la contratación y su respectiva proporcionalidad con las prestaciones sociales en algunos quehaceres. Respecto a este último asunto será necesario que algunos trabajos decantados de las plataformas tecnológicas, por ejemplo, que traen consigo un vacío jurídico en temas de prestaciones, sean regulados. Igualmente será fundamental entrar en la relación educación-mercado laboral, para que no exista sobre oferta en ciertas profesiones. También, es el momento para seguir ahondando en la problemática de las megas pensiones.

Es el tiempo de promover en materia económica un gran cambio en el asunto del recaudo, por ejemplo buscar el mecanismo con suficientes “dientes” para acabar por fin la evasión. De igual modo, determinar algunos aranceles para ciertos productos que vienen del exterior y promover en los próximos años la economía nacional, combatir la importación de contrabando de manera eficiente, por mencionar algunos asuntos.

En definitiva, y partiendo del principio de que no existe un recetario ideal, lo que se necesitan son propuestas realizables y contextualizadas sobre la mesa por parte de ejecutivo, el legislativo, los gremios y la sociedad civil, para retomar adecuadamente la senda del desarrollo en los próximos años, porque el escenario de incertidumbre que se vive hoy demanda comenzar a pavimentar, de carácter inmediato, los grandes cambios.

@sebastianzc