Esta es una columna que hace días quería escribir, pero les confieso que no encontraba cómo empezarla, hasta el pasado domingo, luego de la ceremonia de los Grammy.
Es difícil encontrar hoy un artista de reguetón con una carrera tan limpia en tan poco tiempo como la de Bad Bunny. Teniendo presente que sus éxitos comenzaron a mediados del 2016, cuando colaboró con Cardi B y Drake en los sencillos I Like It y Mia, que fueron éxitos en la lista Billboard Hot 100, su carrera despegó en forma en el 2018 cuando publicó su álbum debut X 100pre, que le dio un Grammy Latino y a partir de ahí lo ha hecho casi todo.
Bunny ha creado una marca en sí mismo que lo convierte no solo en un cantante, sino también en un artista, esa palabra tan delicada de usar y que significa a veces tantas cosas. Me explico: muchas veces vemos cantantes, muy exitosos, con una gran voz, pero que se quedan ahí, y para mí un artista es aquella persona que marca una tendencia en su género, que trasciende y va más allá de una presentación y de su propia música.
Y el “Conejito Malo” de 27 años tiene todo eso. Sacando del conteo la foto de su cola (¡qué calor!), su estilo vocal y musical (ahora es difícil escuchar una canción de reggaetón en la que él no aparezca), la manera de abordar algunas temáticas, como cuando apareció vestido de mujer en su video Yo perreo sola (algo que me pareció un hito en un gremio en el que casi todas las letras de las canciones son simples y no se atreven a ir más allá de una relación sexual heterosexual), su moda, lo que dice y hace, y sus notables éxitos y reconocimientos lo han convertido en lo que es hoy: un referente.
Y en esto último me quiero detener para que se den cuenta lo que ha logrado: el reciente Grammy, su presentación en el Super Bowl al lado de Shakira, Jennifer López y J Balvin, y la mayor de todas: que su álbum X 100pre esté en la prestigiosa lista de Los 500 mejores álbumes de todos los tiempos, de la revista Rolling Stone (puesto 447), listado que se conoció en septiembre pasado, compartiendo salón con los Beatles, Elton Jhon, Michael Jackson, Aretha Franklin y todas esas leyendas que conocemos. Además de que se convirtió en el primer artista latino en ser portada de esta publicación y su tercer álbum de estudio, El Último Tour Del Mundo, se convirtió en el primer álbum totalmente en español en alcanzar la cima de la lista Billboard 200.
Todo eso es de admirar, que en solo tres años este puertorriqueño haya logrado lo que muchos no han podido en décadas. Evidentemente, podemos entrar en la discusión eterna de si él (y los de su género) canta o no y debatir la profundidad de sus letras, pero para mí un artista, además de eso tiene que tener originalidad, como evidentemente la tiene.
Solo el tiempo dará la razón de si al final Bad Bunny pasó a la fase de leyenda en su género, pero este conejo ya va ganando la competencia y de qué manera.
En vinilo: la canción que hoy les dejo es Le Freak, de Chic. Un éxito de 1978 de música disco; un tema elegante y refinado, considerado una joya de su género, que llegó a la cima de la lista Billboard Hot 100. Nile Rodgers, el líder de la banda, se convirtió posteriormente en un poderoso productor de álbumes para artistas como Madonna, produjo Let ́s Dance, el álbum más exitoso de David Bowie, colaboró con Duran Duran, como también fue el cerebro de Get Lucky, el gran éxito de Daft Punk, el dueto francés que hace unos días dijo “esto es todo”.
Y recuerden: amen, rían y bailen.
Mr. Trouper