La música y la sociedad van de la mano, cada melodía que transmite una canción es una herramienta utilizada en los distintos ámbitos del ser humano. La alegría, la tristeza, el amor, el desamor y hasta la protesta son algunos de los mensajes que se transmiten a través de las canciones, que no solo nos ayudan a entretenernos sino también a definir muchas características de la personalidad y la manera de comportarnos.
Como cada artista y cada canción es un mundo diferente, hoy les comparto dos historias musicales.
Vamos a estar bien hasta el final – Soy Emilia
Soy Emilia es una bogotana que se ha montado en esta aventura llamada música. Lleva más de 10 años en esta industria, es graduada de la Pontificia Universidad Javeriana, fue bajista de Esteman y recorrió un montón de escenarios en Latinoamérica.
El proyecto ‘Soy Emilia’ nació de la convergencia de la universidad, del trabajo, de conocer música hermosa y enamorarse de la música en español. “Siempre he escuchado pop. Es por esto que me arriesgué a hacer electropop, ya que es lo que me gusta”. Desde ese momento decidió unir el sonido que la caracterizaba con las historias, pero no cualquier historia, sino la de las mujeres cotidianas que la rodeaban y podrían ser un claro ejemplo. “Esas mujeres que están paradas en la raya”.
Más allá de mostrar un mensaje feminista y contar historias alineadas con los cromosomas x, su propósito es romper barreras. Desde su experiencia personal, afirma que la industria musical es muy agresiva con la mujer, ganarse el respeto cuesta y, aunque lleva muchos años trabajando, es bajista, compone sus propias canciones y sabe de producción, aún se encuentra con comentarios como ‘trabaja porque es bonita’.
Pero esta no es la única dificultad que se ha encontrado en este camino. “Esta es una industria mal medida y poco inventada, a veces ni siquiera los mismos medios creen en los proyectos emergentes, es difícil conseguir que las personas crean en uno. Para mi este es el obstáculo más grande.”
Aun con todo lo que representa ser músico emergente y mujer, Soy Emilia nunca pensó en dedicarse a otra cosa, nunca tuvo la menor duda de lo que quería hacer. Su bajo es su compañero de vida y está con ella hasta en sus viajes. Así su música fue llegando a nuevos oídos y a nuevos escenarios.
Su más reciente Ep Expuesta está caracterizado por la frase ‘Vamos a estar bien hasta el final’, siendo este la unión de dos sencillos que componen el trabajo musical y que reflejan un mensaje de esperanza en épocas de pandemia.
“Arranqué con Hasta El Fin porque cuando compuse esta canción mi papá se había muerto, mi hermana se había ido a vivir a otro país y terminé con mi novio de dos años. Estaba muy rota y lo que quería transmitir con esta letra es que uno quiere incondicionalmente a las personas hasta el fin e inevitablemente hay un fin. Después de que pasa ese dolor llegan los recuerdos de esos buenos momentos que pasaste, entonces Estar Bien es una canción que le escribí a lo que nos queda de esas vivencias. Y así va el camino contado.”
Boa – Carlos Ares
Boa es una serpiente, no venenosa, y una de las más conocidas en el mundo. La primera relación que se suele hacer con una boa es con El Principito, esa serpiente que se comió un elefante pero que los adultos no podían identificar y simplemente observaban un sombrero.
Pues, en el continente europeo, a más de 8 mil kilómetros de Colombia, está Carlos Ares, un artista polifacético, compositor y productor musical, quien presenta al mundo su nuevo sencillo Boa. ¿Qué hay detrás de está inspiración? El artista español lo explicó todo.
Con un estilo rock, indie y enérgico se creó está canción, donde Carlos Ares plasmó lo que se podría llegar a considerar una ‘relación toxica’. “Imaginé a una expareja mía con cuerpo de serpiente, concretamente una Boa Constrictor, primero haciéndome caer en sus encantos para luego devorarme. Cómo bajo los efectos del enamoramiento se puede llegar uno a cegar hasta el punto de consentir el maltrato”.
Las ‘relaciones toxicas’ pueden llegar a ser, en su debido momento, muy subjetivo. Así lo afirma Carlos Ares, quien asegura que no solamente se puede llegar a convivir con una boa, sino que uno mismo en ocasiones se convierte en esa boa. “A la final cometemos errores, he sido egoísta cuando pensaba que la otra persona se tenía que adaptar a mí”.
Este es solo uno de los muchos mensajes que este artista, quien plasma en cada de sus canciones vivencias personales, experiencias y mensajes para la sociedad, comenta para convertirse en una referencia. “Yo pensaba que la biografía de un artista tenía que ser como las pintan en las películas, duras y salir de lo más bajo, yo pensaba que mi vida no tenía tanto interés porque siempre fue tranquilo. Pero ahora escribo de mis vivencias como si fuera lo más especial del mundo, he aprendido y quiero que la gente aprenda de eso. Puede ser una forma bonita de transformarnos y madurar”.