Es paradójico que muchas personas afirmen que Colombia es el país más feliz del mundo. Aunque no se desconoce su belleza natural, el sabor de la comida y la calidad de su gente, este país vive un flagelo que no se ha podido superar en más de 200 años, me refiero a la corrupción, la guerra y la politiquería.
En la actualidad, Colombia ha sido un país golpeado considerable por varios factores que han afectado su economía, la salud y el bienestar de la gente. Estos aspectos son: los políticos tradicionales, la pandemia, y una reforma tributaria que es altamente cuestionada hasta por los partidos que hacen parte de la coalición de gobierno.
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, la ciudadanía ha ido despertando poco a poco frente a los abusos de los mandatarios de turno, frente a la manera como manejan los recursos públicos y cómo abusivamente quieren recaudar dinero a la clase media.
Uno de los factores del inconformismo de los colombianos es la manera en la cual se ajustan las leyes, puesto que en gran medida se protege los intereses de los bancos, mineras y grandes capitalistas, y se pone en riesgo la seguridad alimentaria de las personas que son vulnerables económicamente en el país. Sumado a lo dicho anteriormente, se quiere hacer una reforma cuando las cifras de desempleo son altas y cuando hay grandes problemas sociales que traen más pobreza, como es la migración y las restricciones por la pandemia.
Adicionalmente, como en una película de terror, a la fecha Colombia es el tercer país del mundo con más muertos en un día por coronavirus. Pareciera, además, que el programa del presidente Duque con William Vinasco, narrando un partido contra el covid, no funciona o que las estrategias de las caritas felices y tristes no dieron resultado. Sin embargo, se ha invertido miles de millones en un programa mediocre y propagandista, que solo ha servido para hacer mala imagen a las políticas de gobierno que preside la administración actual.
Como consecuencia de los desastres anteriores, Colombia, en medio de su tercer pico por coronavirus, irá a las calles a exigir los derechos de los ciudadanos vulnerables, reclamará porque el bolsillo no da más, porque la gente se cansó de los abusos económicos y del peor gobierno de la historia de Colombia.
Por último, es importante tener en cuenta que los partidos tradicionales, al darse cuenta que las elecciones de cámara y senado se acercan pronto, se oponen a la reforma tributaria al igual que lo hicieron con la renta básica y la baja de sueldos.