Por: Carla Fernández Abril

El 25 de agosto del 2021, después de más de 5 años de alcaldes y alcaldesas en encargo, por fin la localidad de Puente Aranda logra un alcalde en propiedad. Después de un largo proceso de selección, que incluyó dos exámenes de conocimientos, dos intentos de ternas peleadas entre partidos políticos, una entrevista y varias semanas de espera, el joven Juan Pablo Beltrán Vargas, de 27 años, se posesionó como la nueva cabeza de la alcaldía menor.

Con esto, queda demostrado que ser joven no es sinónimo de inexperiencia. Por el contrario, Juan Pablo es el fiel ejemplo de que a pesar de su edad se puede tener un gran bagaje laboral, un gran recorrido académico, y a su vez, demostrar que con berraquera, decisión, optimismo y persistencia, todo lo propuesto se puede lograr.

Por su parte, los puentearandinos celebran la oportunidad que se les había arrebatado desde hace ya varios años, ya que tener alcaldes en encargo no garantizaba una solución oportuna y permanente a las problemáticas locales. Además, con cada cambio de alcalde, varios procesos y proyectos paraban su avance. Ahora que se cuenta con un alcalde en propiedad, se garantiza, a pesar de las limitantes que tiene un alcalde conforme a sus funciones, la asistencia adecuada de los problemas por los que atraviesa la localidad en términos de seguridad, infraestructura, económicos, entre otros. Con esto la ciudadanía podrá ser escuchada y, paulatinamente, los cambios se irán evidenciando.

Pero ojo, a pesar de las grandes intenciones que pueda tener el alcalde, es importante tener presente que las alcaldías locales tienen algunas limitantes y, por tanto, muchas veces no es posible darles solución a todos los problemas, porque algunos corresponden al orden distrital e incluso nacional. También existen otras barreras como la disposición de recursos y la autonomía, entre otros, ya que por más que se quiera dar solución a estos, muchos de ellos son imposibles de atajar.

Sin embargo, estoy segura de que, como yo, muchos habitantes de la localidad confían en la buena gestión que ya comenzó a realizar Juan Pablo, un joven que sueña en grande y con ganas de impulsar como la mayoría en Colombia.

Por el momento, se puede decir que ha sido un día histórico para Puente Aranda, una localidad con grandes potenciales por explotar, de gente amable y participativa, con buenos espacios para la recreación y bellos paisajes urbanos.

Twitter: @CarlaFAbril