Por: Albita Neira

El mensaje que da la rama judicial a los maltratadores de mujeres es preocupante, incluso los alienta a seguir maltratando. Un enfermo mental que quema a una niña de 21 años es enviado a casa por cárcel, la impunidad reina en uno de los países de mayor violencia contra la mujer en el continente.

Con dolor e indignación veo que la violencia contra la mujer en Latinoamérica y en el mundo sigue siendo una cruel realidad a la que tenemos que enfrentarnos diariamente, siendo Colombia y México los países de Latinoamérica con más feminicidios y miles de casos en donde la violencia por parte de las parejas sentimentales va corriendo sin parar como las manecillas del reloj.

Desde décadas atrás se vienen gestando campañas en donde el uso del color violeta se ha vuelto emblemático en las movilizaciones convocadas por mujeres en contra de la violencia de género. Hay un argumento que señala que este color se da en torno a los roles de género tradicionales, pues el violeta representa igualdad al ser una mezcla entre el rosa que se asocia con lo femenino y el azul que culturalmente se vincula al género masculino.

Pero sin duda, esto no es suficiente. En esta ocasión, como en las miles que vemos a diario, Andrés Giovanni nunca vio el color violeta que recorre la silueta de una niña, quien fuese su pareja sentimental. Él está ciego, sordo y ahora mudo ante el significado de este color. En la escuela nunca le enseñaron el valor, el respeto y el amor hacia las cinco letras que forman la palabra “mujer”.

550 días aproximadamente llevaba bajo el mismo techo con aquel hombre, su pareja, un conductor de bus de la fría y aterradora Bogotá. Ella, Laura Vanessa Rincón Álvarez, una niña con tan solo 21 primaveras vivió el pasado 10 de octubre una madrugada de terror cuando. En cuestión de segundos, su cuerpo ardía en fuego después de una fuerte discusión, de ser golpeada y ultrajada por Andrés, su “príncipe azul”, aquel que la ilusionó y, me imagino, le prometió llevarla al cielo a su manera.

Hoy me pregunto: ¿Cuántas veces atrás Laura Vanessa habrá confundido el cielo con el infierno? ¿Cuántas veces habrá permitido agresiones de su pareja, hasta que desencadenó en este aberrante hecho que marcó su vida para siempre?

Se acerca el 25N, fecha que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró como el “Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra la mujer”. Su objetivo es recordar la importancia de trabajar desde todos los roles de la sociedad por erradicar este flagelo que viven las mujeres de diferentes edades y condición.

Desde mi sentir como mujer pienso que debemos ir más allá de campañas, colores y fechas en el calendario; que no desconozco que inciden frente a esta problemática social, pero que nos muestra que no lo es todo, que se necesita cambiar el estado de consciencia, reformar la justicia, la cultura machista y rescatar el valor hacia la mujer.

Se debe endurecer la ley para que Andrés Rivera Triana, el maltratador que llevó el infierno a la casa de una niña, pague con cadena perpetua por intento de homicidio, en lugar de tener una condena disfrutando en casa por cárcel viendo fútbol en Fox Sports.

Uno de los caminos con los que podemos contribuir es cimentar desde la educación la hoja de ruta real para enseñar a la próxima generación de niños y niñas un modelo de aprendizaje que involucre el género, el respeto por el otro y los derechos humanos, dándole mayor valor a la vida.

En línea con lo anterior, resulta importante generar desde una edad temprana diálogos reflexivos sobre los roles de género, cultivar el amor propio, el respeto por su cuerpo, romper con los estereotipos a los que se ven enfrentados constantemente, ya sea en los medios de comunicación, en la calle, en la escuela y en su entorno social.

Así podremos con acciones reales contribuir a un futuro donde la vida de las mujeres valga y mitigar esta problemática social de violencia contra la mujer, las niñas y adolescentes que, como Laura Vanessa Rincón Álvarez, hoy sufren en silencio ante la ausencia de un Estado cruel.

Twitter : @Fmujermariposa