Se acerca la jornada electoral que inicia desde este domingo 13 de marzo con las elecciones al Congreso de la República en Colombia y posteriormente en mayo con la votación a la Presidencia.
Por lo mismo, desde ya partidos políticos empiezan a forjar sus campañas y, como siempre en Colombia, desde el lado politiquero y no desde la realidad social y basados en el verdadero avance y desarrollo del país.
Al otro lado del mundo una situación inquieta a la comunidad internacional, situación protagonizada por Rusia en territorio ucraniano y, como siempre, su contraparte, el gobierno estadounidense.
Sin embargo, pese a estar miles de kilómetros alejados de nuestra Colombia, no cabe duda que son situaciones que afectan también el mercado internacional, es decir, que trae consecuencias económicas para nuestro país.
Igualmente, políticamente hablando, entra en juego también el actual contexto electoral en el que nos encontramos. Bien se pudo apreciar en los primeros días de esta guerra que diversos personajes políticos iniciaron su “va y viene” en sus opiniones frente a la posición de Colombia en esta coyuntura internacional.
No lo digo yo, lo dicen los expertos, y es que el politólogo Juan Guillermo Hernández, en una entrevista, socializaba que la guerra entre Rusia y Ucrania conviene a representantes de partidos políticos que toman ventaja de las situaciones ajenas para crear temor y manipulación de los colombianos.
“No demora en aparecer analistas que sostienen que hay candidatos a la presidencia prorrusos. Por este tipo de cosas, Colombia pierde objetividad y se convierte en el hazmereir”, afirmó Hernández.
Y es que en el año 2018, cuando Iván Duque ganó el cargo a presidente de la República, pudimos apreciar una campaña infantil, basada en el miedo y la zozobra de convertirnos en nuestro país vecino, Venezuela, el cual afronta una situación política y económica en crisis desde hace años.
Sin embargo, la situación actual de Colombia demuestra que la “economía naranja” no ha sido la mejor opción para los ciudadanos y cada vez hay más pobreza y desigualdad en nuestro país.
Un mejor panorama debe venir para Colombia, y solo se logrará dejando atrás candidatos que por años se han encadenado al poder sin querer soltarlo. No es ser de izquierda o de derecha, es dejar a un lado los discursos baratos y no dejarnos convencer por mensajes populistas que buscan asustarnos para impedirnos alcanzar un cambio.