Confieso que hace mucho no escribía para el portal creo que por las ocupaciones diarias o simplemente por se habían ido los deseos de plasmar en letras los sentimientos internos por alguna situación.
Pero el día de ayer, Noticias Caracol tocó las fibras más internas de mi ser, teniendo que plasmar mi sentir y hacer este pequeño artículo. Dicha noticia relataba cómo a una niña de apenas 10 años, en un colegio de mi amada Bogotá, le habían pegado otras niñas solo por el hecho de ser venezolana y cómo su mamá tuvo que correr al colegio porque la golpiza fue fuerte.
Aquí quiero hacer un paréntesis: un niño puede cargar todo el odio de un adulto, creo que no quiero pensarlo. Lo que creo como ser humano es que viene cargado de todo el odio que ve en sus casas por la mala xenofobia que estamos creando como sociedad.
Sí, sé que hay malos extranjeros, como malos nacionales. No por eso debemos satanizar a una nacionalidad. Hoy me pregunto si será fácil dejar a sus familias atrás, sin saber qué va a deparar el futuro en un país extraño lejos de sus costumbres tiene y de su ciclo sentimental.
Por esto el título de mi artículo. Las mujeres maravillan sí existen. Conozco de primera mano un par de bellas historias de vida, no digo que no todas sean bellas, solo que con estas quiero resaltar el tesón y aguante de estas mujeres que, a pesar de haber tenido pérdidas fuertes, se levantan cada mañana para ser un ejemplo en sus casas aunque ni allá sepan por lo que pasan; porque ya es suficiente con lo que pasan al interior de su amada Venezuela, pero así luchan con sueldos bajos y se quitan el pan de la boca para darlo a sus familias. Aún con todo eso tienen una bella sonrisa y unos bellos ojos en los que se reflejan las ganas de salir adelante y ese amor por vivir que, a pesar del cansancio obliga a luchar.
Por eso, mi gente, un extranjero es mi hermano; no importa su nacionalidad, es mi hermano. Ya es suficiente lo que pasan para cargarles más vainas con argumentos superfluos cargados de xenofobia. Miremos cómo educamos a nuestros niños, ellos no deben estar cargados de odio, hagamos de esto una sociedad sana. Mi amada Bogotá a la distancia se los digo.
Twitter: @jairomayorga