¿Alguna vez has sentido que llegas a un lugar y te quedas sin energía? Sientes como si quisieras huir, cansado y sin ganas de nada. Si es así, te puedes sentir identificado con estas palabras.
Hace poco escuché sobre los ‘vampiros energéticos’, me llamó la atención el termino y decidí investigar a profundidad de qué se trata. Dentro de sus definiciones, encontré que son ‘aspiradoras que barren todo lo que se encuentran en su camino’, en pocas palabras, gente que toma la energía de otros para su propio provecho. Al descubrir su significado, lo asocié con esa sensación al compartir más de cinco minutos con algunas personas, donde el ambiente se torna pesado y por más que intentas no fluye la conversación. ¿Has tenido una situación así?
Según Tessa West, profesora asociada de Psicología de la Universidad de Nueva York, los vampiros energéticos son personas tóxicas que absorben tu fuerza vital, dejándote emocionalmente agotado, ya sean egoístas, manipuladores o simplemente demasiado habladores. Uno de sus lugares de caza favoritos es la oficina, por lo que los empleados deben tener cuidado con quienes comparten en sus sitios de trabajo.
A quienes presentan esta ‘patología’ se les considera depredadores, posiblemente están encontrando una víctima que las haga satisfacer esas necesidades que no son capaces de suplir por su propia cuenta y no tienen otro remedio que arruinar el día o la vida de quienes están a su alrededor. Aunque parezca increíble, son más comunes de lo que parecen, es más, algunos lo hacen de manera voluntaria y con intenciones de hacer daño, lo que los hace más peligrosos.
Parece increíble, las personas que más aparentan ser ovejas resultan ser unos lobos feroces que están buscando el momento perfecto para atacar; y lo peor de todo es que nadie se da cuenta. Tessa West afirma que suelen disfrazarse de extrovertidas, que hacen aportaciones en las reuniones y se ofrecen como voluntarias para formar parte de comités, ser vistas y reconocidas, todo con tal de sobresalir opacando al otro. ¿Una buena jugada?
Adicionalmente, Álvaro Arias, socio director de Neumann International, advierte que “estos seres manipuladores producen en el resto de los compañeros un estado de alerta, de inseguridad que puede destruir el trabajo colectivo.” Vale la pena aclarar que en este caso el vampiro puede ser un jefe, empleado o un compañero.
Lo que mejor puede definir a un vampiro energético en el ámbito laboral (aunque no es lo único) es la envidia. Es muy común encontrarse con personas envidiosas y rencorosas, que minimizan el trabajo de los demás solo por tener protagonismo. Esos síntomas no solo se manifiestan en lo tangible, también en lo intangible, sienten celos hacia la personalidad, las ganas de luchar, la forma de ver la vida, las buenas energías, los deseos…, cualquier cosa que se resalte en el equipo y sea aplaudida por alguien.
“Lo que más y mejor caracteriza a la verdadera envidia es el deseo de que el otro, el envidiado, no tenga lo que tiene, de que no sea verdad que lo tenga, de que no sea cierto su éxito o no sea tanta como parece su riqueza material”, afirmó Ignacio Morgado en El País. Si sientes molestia porque algún compañero se destaque mejor que tú, si te dan celos que le suban el sueldo, si sufres porque siempre le va bien, quieres supervisar su trabajo de manera persecutora o minimizarlo, das positivo para envidioso.
¿Hay razones para sentir envidia? La respuesta es complicada. Lo cierto es que hay que entender que nadie es perfecto, que todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades y la mejor forma de combatirla es transformarla en admiración. ‘La envidia es, en esencia, admiración malintencionada’, en este caso lo mejor que se puede hacer es reconocer lo bueno de la otra persona y admirar sus cualidades; de esta manera la energía cambia de negativa a positiva.
Por otro lado, si sientes presencia de algún vampiro energético en tu entono, lo ideal es combatirlos. Según Revista Semana, se deben reconocer los signos de alerta, establecer límites y marcar una buena comunicación; si no existe una solución aparente, la distancia es la última opción, un nuevo aire puede hacerte sentir mejor.
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