Por: Daniela Niño

En charla con Abel Loaiza, director de Cursos de Extensión de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, descubrí un mundo mágico, donde su esencia radica en las personas, en construir un mundo donde una semilla cosecha grandes frutos.

El 26 de enero de 1949 nació Cursos de Extensión de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, con el objetivo brindar un servicio a la comunidad a través de formación y capacitación de alta calidad en las áreas de artes manuales, pintura, estética y belleza, corte y confección y gastronomía. A partir de este momento, no solo se convirtió en una tarea para la academia sino con un propósito social de fondo.

Uno de sus primeros pilares es la creación de empresa. “Los cursos de extensión de la Unicolmayor representan una alternativa para el emprendimiento en gran parte de los participantes. Muchas personas llegan con la intensión de aprender un oficio y crear su propio negocio ofreciendo productos y servicios”, contó con alegría Abel.

Otro eje de los cursos es ayudar a las personas a través del arte. Dado que la gran mayoría de los participantes son población mayor, los cursos de extensión representan una distracción terapéutica para decenas de pensionados y personas retiradas, quienes encuentran en estos una oportunidad para no sentirse solos, socializar y, desde luego, aprender un oficio nuevo, propiciando el amor por el arte y potenciando capacidades ocultas u olvidadas.

Abel afirma que estos cursos salvan vidas, dando como ejemplo una persona adulto mayor que formó parte de este equipo: “Este año una de nuestras participantes, quien es una persona mayor, sufrió una gran depresión por la pérdida de su esposo y por la soledad en la que vive. Comenzó a tomar cursos de artes manuales y su salud mental, según ella y su médico, mejoraron radicalmente, ya que el socializar y el expresarse a través del arte ayudaron a que se sintiera mucho mejor y en sus propias palabras ‘con ganas de vivir’”.

Adicionalmente, desde el punto de vista del director, la mejor manera de ayudar a alguien es por medio de la educación. “Al transmitir algún tipo de conocimiento se está compartiendo algo más valioso que el dinero mismo, y este conocimiento se puede multiplicar y puede perdurar para toda la vida, más aún cuando es práctico, porque se puede implementar de inmediato. Su aprendizaje tiene propiedades terapéuticas y además representa una alternativa de emprendimiento para miles de familias.”

De igual manera, para los que hacen parte del equipo es gratificante ver las pinturas, los retratos y las esculturas, así como el corte y confección de camisetas y ropa deportiva, sin dejar de lado la gastronomía donde dejan plasmadas tantas delicias que preparan en sus cocinas.

Cualquier persona, sin importar su nivel educativo o los conocimientos previos sobre el curso puede ser parte de este mágico mundo, todos son bienvenidos.

 

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