Por: Nicolás Ordoñez

La memoria histórica entre las distintas sociedades tiene coincidencias y por supuesto diferencias, pero siempre hay un punto común, la necesidad de hombres y mujeres al servicio de la defensa y seguridad nacional y por supuesto la ciudadana que al final se traduce en sana convivencia.

Colombia por supuesto, no ha sido ajeno a ello, a pesar de los intentos de desestabilización democrática a través del terrorismo y el narcotráfico, hemos tenido una fuerza pública democrática, respetuosa de la constitución y de la ley, y que cuando algún miembro ha tenido quebrantos en la misma, ha sido la misma fuerza pública quien ha colaborado en llevar a la justicia a quienes han cometido el delito.

Hoy nos encontramos ante una desmoralización en las filas de las fuerzas, y quiero en este espacio de opinión, más allá de endilgarle esa responsabilidad a Gobierno alguno, poner de precedente el porqué está pasando.

Miremos esta cifra del Ministerio de Defensa Nacional: el pie de fuerza pasó de 288.256 integrantes en el 2013 a 248.581 en el 2017, una caída casi de 40.000 miembros. Y en 2023, por ejemplo, hay batallones que hablan de una reducción de más del 50 % en sus incorporaciones. Y si hablamos de la sentencia 2017-00469 del Consejo de Estado sobre el Decreto que da  nulidad del artículo 2 del Decreto 1858 del 2012, asevera que en lo corrido de estos años se han retirado más de 30.000 policías, casi el 20 % de la fuerza disponible.

Entonces se preguntarán ¿por qué pasa esto? Y la respuesta es muy sencilla: a pesar que hay varios factores, quiero señalar dos. El primero son los salarios, mientras un soldado raso en Colombia gana menos de la mitad de un salario mínimo, una moto taxista gana más del salario mínimo, vive con su familia, puede ir a almorzar a su casa, tiene fechas como los domingos para descansar y lo principal no está exponiendo su vida para salvar la nuestra, como si lo hace el Soldado, que además de vivir lejos de su familia, su vida corre peligro todo el tiempo.

¿Y los policías? Enbuenahora en el Gobierno Duque gracias a las leyes de profesionalización y transformación de la Policía se logró un aumento a 2.400.000 al salario del Patrullero, de acuerdo a incentivos y méritos. Pero qué pasa con el Patrullero, puede durar 5-10-15-20 años ganando el mismo salario y estando en el mismo estatus en la Fuerza, dado que cada año deben concursar contra cerca de 30 a 50 mil compañeros, de los cuales solo pasan entre 1.000 a 3.000, donde la posibilidad de entrar es muy limitada y desmoralizante, al punto que duran, como digo, más de una década intentándolo. Pero sigamos con contrastes, un YouTuber desde su casa y solo con un celular puede ganar 100 veces más que el Policía, con mayor reconocimiento de la ciudadanía y curiosamente en un país con violencia como Colombia, con más cariño que el Policía.

Por lo anterior hoy no es atractivo para un joven incorporarse a las filas de la Fuerza Pública. Aun así, hoy tenemos unos hombres y mujeres dispuestos a hacer más con menos como lo ha resaltado el Alcalde de Bucaramanga, cuando por ejemplo en su ciudad se están teniendo mejores indicadores de seguridad con menos capacidades.

Quiero cerrar expresando que hay algo que ha sido un mayor detonante, la campaña negativa, ruin y falsa que han hecho contra la fuerza pública que será motivo de una segunda parte de esta columna.

Twitter: @NicoUCD