Por: Leonardo Sánchez

No solo es el sistema de salud colombiano el que tiene falencias, el sistema público que es manejado por alcaldes y gobernadores donde los puestos gerenciales son cuotas políticas del gobierno de turno, pone en evidencia lo que detalló el director médico Dr. Tascón de la clínica Versalles: “Recibimos una menor de edad de 17 años con una herida por arma de fuego, atendida en un hospital periférico donde se hacen las primeras atenciones”, dado que por geografía el barrio el Retiro o por la dirección que se reporta exactamente en la calle 53 con carrera 39b, tiene dos hospitales cercanos para atención siendo el hospital Carlos Holmes Trujillo y el hospital Isaías Duarte Cancino los más próximos.

Generalmente ante el evento que se presentó con la sobrina de la vicepresidenta Francia Márquez, por regla general, se debe de llevar al enfermo ó afectado al hospital o institución hospitalaria más cercana que tenga urgencias 24 horas, primero para poder estabilizar al paciente y luego si es necesario hacer la remisión a la institución que por la EPS sea aceptada para el tratamiento a seguir; en el tiempo hemos visto que la mayoría de hospitales que son manejados por el estado, no cuentan con el equipamiento e insumos necesarios para el manejo de las emergencias, es bien conocido que en las instituciones hospitalarias estatales o también llamadas ESE, quedaron rezagadas en la competencia para ofrecer servicios adecuados en sus instalaciones físicas, pues no cuentan con equipos necesarios para atender toda emergencia, pues lamentablemente en la mayoría de ESE ́s los recursos son desviados y en otras no alcanzan para soportar las necesidades de la población circundante, como se vio en la pandemia causada por el SARS COV-2 que mostraban instituciones en un paupérrimo estado y centros de salud desvalijados, como en el departamento del Caquetá en un centro de salud del Asentamiento de Coemani.

Múltiples artículos de prensa y acciones de la contraloría general de la nación en la pandemia evidenciaron hallazgos severos de corrupción en varias de las instituciones de salud manejadas por los gobiernos locales y municipales, como fue evidente en el hospital san Rafael del amazonas, que evidenció improvisación en implementos y mobiliaria en demasiado descuido, adecuaciones sin planeación, prácticamente una institución que casi se tuvo que reconstruir, porque desafortunadamente el presupuesto para esta y muchas de las ESE ́s se quedó en las manos de unos pocos, por ende considero que se debería plantear que en todos los hospitales exista una administración ó una alianza público-privada para que la salud de los colombianos no queden dependientes del gobierno de turno, pues se podrán ver mejores resultados, ya que se puede dar más garantías de que el presupuesto no se diluya en los bolsillos de algunos de los gobernantes.

Es triste ver que todo lo que está en manejo por el gobierno, siempre anda en ruina, en mal estado; porque en cada gobierno que transita en el paso del tiempo, sacan y sacan dinero a manos llenas, es poco el esfuerzo que realizan para ser competitivos, para ofrecer los mejores servicios a la población donde haya una ESE. Si se compara con las instituciones privadas, la mayoría de las IPS de capital privado tienen inversión en equipos, planta física y personal como se puede ver en la clínica Veralles a la cual se remitió a la sobrina de la vicepresidenta que en rueda de prensa expresó: “Anoche mi sobrina sufrió un atentado y desde acá me pasé casi toda la noche llamando al centro de salud para que le hicieran un traslado por la gravedad de la lesión, por lo que esto amerita un compromiso de que la salud sea un derecho fundamental y que lo que prime no sea el negocio que se ha hecho”.

Por ello debemos hacer una reflexión, si hay que hacer un llamado a la destrucción del sistema de salud actual, o por el contrario hay que fortalecer los hospitales del estado ESE ́s, para que no se queden cortos en la prestación del servicio de salud por lo cual están desprovistos de competencia contra las IPS privadas y en muchos casos en poblaciones apartadas no se tiene sino un cascarón donde no se puede prestar el servicio de salud, pues es la corrupción la principal actora del paupérrimo estado de las ESE para prestar el servicio de salud a la población más desprovista del estado Colombiano.

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