Cuando de arrendar un lugar se trata, son muchas las dudas que pueden surgir, ¡y no es para menos! Se trata de una actividad donde se tiene un buen inmueble de por medio y, aunque su valor pueda ser mayor o menor, en definitiva, ningún inmueble suele ser barato.
Por tanto, tanto el arrendador como el arrendatario deben conocer cuáles son sus derechos al establecer este tipo de relaciones para poder aprovecharlos al máximo, así como de entender sus límites para evitar conflictos futuros. En este artículo, en particular, se tratan los derechos del arrendatario.
¿Qué es el arrendatario?
Aunque pueda sonar un poco redundante, en realidad, es un punto importante a tratar, debido a la constante confusión entre arrendatario y arrendador.
En resumidas cuentas, el arrendatario es a quién se le alquila el inmueble, es decir, el inquilino que debe pagar una mensualidad o anualidad al arrendador o dueño del inmueble. El arrendador, por su parte, es el propietario del inmueble y quien recibe el dinero por su alquiler.
Premisas básicas sobre los derechos del arrendatario
Antes de empezar a hablar sobre los derechos del arrendatario, es muy relevante aclarar que sus derechos pueden variar de acuerdo a la especificación de cada contrato.
Por esa razón, es de vital importancia estar totalmente seguros del contrato a firmar y leer, incluso hasta las letras más pequeñas. Si en el contrato uno de los derechos es excluido o se alega que no se puede tener o utilizar, y el arrendatario lo firma, después hay poco por hacer.
¿Cuáles son los derechos más comunes del arrendatario?
Dejando de lado el hecho de que algunos derechos puedan ser excluidos del contrato y acuerdos entre el arrendatario y arrendador, existen varios derechos comúnmente disfrutados por el arrendatario. De hecho, suelen estar incluidos en la mayoría de los contratos.
Acceso a los servicios públicos y privados
El acceso a los servicios públicos o privados concernientes al alquiler de un lugar, es prácticamente una obviedad. Aun así, no son únicos los casos donde el arrendador parece querer hacerlos ver como un servicio aparte por el que el arrendatario debe pagar, además de la factura.
Retiro anticipado
Si el arrendador necesita el retiro del inmueble por parte del arrendatario de manera anticipada, debe informarle al arrendatario por lo menos con 3 meses de antelación. Así, el inquilino puede tener la oportunidad de buscar otro sitio a donde mudarse sin generar mayores inconvenientes en su vida.
Reintegro del depósito
Si el arrendatario hizo un buen uso de las instalaciones y no debe pagar por ningún daño ocasionado, tiene derecho de recibir de vuelta el dinero dado en el depósito, sin importar si fue mucho o poco.
Cobertura de los daños
Cuando los daños no son ocasionados por el arrendatario, es el arrendador quién debe cubrirlos, especialmente cuando se trata de mantenimiento o inconvenientes debido a la falta del mismo. Cabe señalar que este aspecto puede tener una gran variabilidad dependiendo del contrato y el acuerdo entre ambos.
Comentarios