Se tiene la percepción de que cuando los hombres estamos entusados ponemos en práctica el popular dicho de «un clavo saca otro clavo», nos bebemos todas las existencias de cerveza y entramos en un total desequilibrio de nuestras vidas. Tal vez esto sea parcialmente cierto, tal vez dependa de la edad y de la madurez de cada quien. Así que decidí hacer este escrito para reivindicar a los que como yo, afrontamos el despecho de una manera diferente.
En mi caso trato de no ser una verdadera pesadilla para mi ex pareja y prefiero alejarme, me tomo el tiempo necesario para hacer el duelo, escribo mucho para canalizar la tristeza, viajo para cambiar de ambiente y hasta me voy de compras aunque suene un poco gay, siendo esto más estrategia de las mujeres.
Eso no quiere decir que duela menos, por el contrario asumir una ruptura de manera responsable y madura puede llegar a ser más tortuoso. Pero ¿por qué llevarse por delante y hacerle daño a otras mujeres que no tienen nada que ver?¿Para qué jugar con la salud si a esta edad uno ya no se recupera tan fácil de un guayabo? ¿Por qué botar dinero en salir con supuestos amigos que parecen «el genio de la lámpara» y solo se les ve cuando se destapa una botella de licor?
Creo que hay que seguir el ejemplo de las mujeres que recurren al autoestima, se llenan de amor propio e invierten en ellas antes de irse de farra desenfrenada y meterse con otros hombres (aunque no falta la que si lo haga pero no es un patrón propio del género femenino). Es mejor utilizar la estrategia del libro hecho película «Comer, rezar, amar», en donde se aprende de los errores de la juventud, se dedica un tiempo para sí mismo y se deja que el dolor fluya hasta que desaparezca. Tal vez después de eso si se esté preparado para asumir el riesgo de tener una nueva relación.
¿Cuántas buenas ideas han salido después de una tusa? Elizabeth Gilbert se tapó en plata escribiendo el libro que les digo. ¿Y qué me dicen de Adele? Yo creo que ni ella misma se imaginó el éxito que tendría componiendo y cantando las canciones que inspiró su traumática ruptura sentimental. Por eso la invitación para los hombres es que en vez de actuar como unos cavernícolas canalicen ese dolor positivamente. Nosotros también podemos escribir cosas bonitas aunque parezcan cursis, nosotros también podemos ser románticos y sorprender por ejemplo con una propuesta matrimonial diferente como lo hizo Adolfo Zableh a su novia en la revista Soho.
Y el mensaje para las ex es que no generalicen ya que existimos hombres que después de terminar una relación actuamos coherentemente y no despotricamos de ustedes, pues eso finalmente habla mal de nosotros. La información que tiene una persona con la que ya no estamos es valiosa y me parece inteligente seguirla manteniendo reservada. Hablar con despecho y bajo los efectos del alcohol es perjudicial para la imagen de un verdadero caballero.