Mi ciudad, mi Bogotá, la capital de los colombianos, se posiciona día a día como destino turístico y, sobre todo, gastronómico de Suramérica. Y la zona G pica en punta como una de las que prefieren propios y extraños para ir a vivir nuevas experiencias culinarias que satisfagan a los paladares más exigentes. Pues caminando por las calles del sector me encontré de frente con el noticiononón de que muy pronto abrirá sus puertas en una hermosa vivienda de ladrillos rojos y rústicos “La Casa de Andrei” (carrera 7 No 67 – 64 donde antiguamente funcionaba Astrid & Gastón), un megarestaurante que reunirá los ambientes tradicionales que se encuentran quienes frecuentan Usaquén.
Pero para los que desconocen de qué les estoy hablando, les voy a echar bien el cuento; van a encontrar ambientes como “Mediterranea”, con opciones en la carta como “ensalada calamar” (calamares fritos, couscous, pepinos, hierbabuena, tomate cherry y lechugas en vinagreta de naranja), paté de conejo con peras al vino y «cordero magallanes» (cordero marinado con ajo y romero con pesto de menta.)
De igual manera, hace poco estuve en el restaurante griego de Usaquén pero ahora voy a poder encontrar en este nuevo sitio la opción de la comida de este país. El plato típico de esta región de Europa. Me refiero a la moussaka con berenjenas, cordero, salsa bechamel y queso gratinado. Igualmente, postres como el original yogurt griego con miel, almendras y nueces.
Hace casi dos años incluí a La Provenze de Andrei como uno de los restaurantes más románticos de Bogotá; bueno, pues en La Casa de Andrei también tendrán esta opción. Comida francesa en un ambiente mágico que será muy agradable para los que se animen a visitarlos ahora en la zona G. Filet mignon, Chateaubriand bernaise a la provencale (¡casi se me vuela una calza pronunciando este plato!) y saucisses a la provencale (o sea chorizos provenzales con pimientos y puré) hacen parte de las opciones de la carta.
También se podrá disfrutar de la opción “azurra” con el ambiente de la Italia rústica, donde ofrecen entradas como la bruschetta di parma, platos fuertes como rissotos, pastas y pizzas artesanales y mi postre preferido, el notti di Peruggia (chocolate semi amargo cremoso con praliné de pistacho).
Por último, este local tendrá un lounge en donde se podrá pasar un rato agradable tomándose un buen vino y toda clase de licores acompañados de paella, tartas, patés, camarones, sandwiches, bruschettas, hojaldres y ensaladas.
Me siento orgulloso de que en Bogotá cada día sea mejor la oferta gastronómica, me siento orgulloso de saber que un tipo como Andrei crea en en este país y haya decidido abrirse a nuevas aventuras gastronómicas. De sus restaurantes lo he probado todo en Usaquén y me alegra que, de ahora en adelante, la gente tenga esta nueva opción en el sector de la zona G. Lo visitaré apenas abra sus puertas, les mostraré y, muy seguramente, grabaré un video pues todo entra por los ojos. Mi misión es antojarlos y cumpliré a cabalidad con mi tarea de “Influencer Fatness”.