Lo conocí cuando estaba haciendo el trabajo de campo para escribir la ruta de las hamburguesas en Santa Marta porque un amigo me dijo que era toda una institución en la ciudad; volví hace pocos días para tal vez probar otro sabor de hamburguesa pero me llevé una gran sorpresa al darme cuenta que en su carta tenían multitud de opciones con platos preparados a base de mariscos, y ahí se me olvidó el pedido que tenía en mente inicialmente. Se trata de Radio Burger Mar y Tierra, un restaurante estratégicamente ubicado en una de las esquinas del tradicional parque de los novios y que para los samarios es toda una experiencia cuando de comer bien se trata.

El sitio se me antoja muy ochentero, de hecho está adornado con radios antiguos de varias marcas, de esos que utilizaron nuestros papás y nuestros abuelos, e inclusive nosotros los que pertenecemos a esa generación dorada de las grabadoras grandes, de el casette, de el walkman y el discman. Es como una especie de “merendero” clase de Beverly Hills en donde sus empleados siempre sonrientes lo hacen sentir a uno como en casa, lo digo porque al volver varios de ellos recordaron mi nombre y me hicieron varias recomendaciones de la carta.


Me decidí por una entrada de “patatas bravas radio Burger” que llevan salsa brava española, alioli, BBQ y puerro picante. Gran porción, inmejorable sabor y una excelente presentación que no tiene nada que envidiarle a los restaurantes a manteles de otras zonas de la ciudad. Ahí empecé a sentirme a gusto mientras comía y escuchaba clásicos en inglés como Bette Davis Eyes, Living On A Prayer o Beat it del gran Michael Jackson. Pues sí, un lugar de estos existe en Santa Marta y fue un placer encontrarlo, porque no todo puede ser folklor y playa; también se necesita un sitio así para parchar, comer bien y de pronto tomarse una deliciosa cerveza artesanal hecha con agua de manantial de la Sierra Nevada, tal vez una de las cervezas de marcas tradicionales, escoger una buena de vino, o escoger entre las decenas de cocteles que hay en la carta. Un margarita de maracuyá, un Cuba libre, un Daiquirí de fresa, un mojito, un gin tonic o un margarita de mango.


El plato fuerte fue unos langostinos mariposa a la parrilla con mojo de ajonjolí y que van acompañados de miniarepas al horno, no fritas. Mientras iba consumiendo mi plato y caía la noche, el sitio se iba llenando de grupos de amigas, parejas de novios, familias completas y turistas extranjeros que se hospedan en el sector del centro histórico y a los que tal vez también les dijeron que Radio Burger era un infaltable dentro del mapa gastronómico de la capital del Magdalena. Más de 15 opciones de hamburguesas con una de las mejores carnes que he probado; la bacon cheese Burger (carne de 150 gramos, queso cheddar, tocineta, salsa BBQ, alioli y pepinillos), la The Jackson five (carne de 150 gramos, queso americano, alioli de mostaza, kétchup de la casa, lechuga picada, cebolla y pepinillos), la Sargent Peppers (carne sobre rosti de papa sobre queso emmental, tocineta, salsa de portobello y tres pimientas, acompañada de ensalada fresca) o la Angus R&B (150 gramos de carne de res angus con pork belly ahumado, queso colby, pepinillos, cebolla parrillada y salsa de frutas).

5 opciones de entrada entre patatas bravas, sartén de portobellos gratinados, crispetas de camarón o rocketas de jaiba. Entre las carnes se destacan el Angus New York Steak, el Pork Ribs (que son unas costillas de cerdo terminadas al horno con salsa BBQ casera) y el Solomillo Pepper Criollo (media libra de lomo fino en salsa portobello y tres pimientas que me pareció riquísima, papas criollas y zuchinis marinados.

Carpaccio de pulpo, muelas de cangrejo, cazuela de mejillones como con unas papitas fósforo artesanales que se mezclan con el caldoso del fondo y que al paladar son muy buenos y langostinos Radio Burger (langostinos marinados en salsa teriyaki, apanados con panko, papas, mayonesa de wasabi y una salsa de corozo buenísima) hacen parte de las opciones de comida de mar.

Al salir del sitio, hasta la terraza estaba llena; los meseros no daban abasto sacando pedidos y ya el sector estaba lleno de gente buscando plan de cena o de rumba, la verdad la zona se mueve muy bien y negocios como este, necesitan ser destacados en medios de comunicación como este. Por eso quise visibilizarlos acá; por eso y porque pienso que este es un restaurante casual, que es toda una experiencia comer en el lugar, y que visitaré frecuentemente mientras viva en Santa Marta.
¡Ustedes también deben conocerlo!

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