El próximo 17 de junio habrá Presidente. El que nos guste o el que no. Pero habrá presidente porque esa es la democracia. Hay un fervor impresionante para defender a los candidatos, en redes, una pasión para alabar y endiosar a su preferido, al que consideran el ungido para salvar el país. Si ese mismo fervor y pasión lo usáramos para hablar de los temas fundamentales que el país necesita resolver, como exigir respeto por lo público para defender la paz y para trabajar por los más necesitados. Colombia sería un país diferente, más justo, más equitativo, más amable y más tranquilo.
Pero nos desgastamos en temas que no podemos resolver. Yo me preguntaría si todos esos que con tanto ahínco defienden a su candidato, ¿no sentirán el 17 frustración profunda si no es ganador? Al final de cuentas será como en el fútbol: ganadores y perdedores.
Y serán 4 años de frustración colectiva, que esperaríamos se convierta en motivación para hacer una veeduría ciudadana objetiva. Una oposición constructiva no obstructiva, que sea fuego para indignarnos y actuar como nación a ante la corrupción.
Esos son los temas fundamentales. Creo que los dos candidatos podrían hacer un buen gobierno si superaran la veleidades del ego, si se centran en trabajar para el país, si por encima aún de sus partidos y sus orgullos entienden el rol histórico que le corresponderá a quien se cruce la banda presidencial.
Será el presidente del postconflicto le guste o no y lo que haga desde el Palacio de Nariño será lo que nos ubique o en un paisito tipo centroamericano como Nicaragua, Salvador, Guatemala con los peores indicadores de desarrollo social 20 años después de haber firmado La Paz o nos lleven a un modelo como Sudáfrica, Irlanda del Norte o algún país que logra el camino para desarrollarse con justicia social, equidad.
Elijamos a quien elijamos al final la fecha clave será el 8 de agosto: una vez posesionado veremos a quién realmente elegimos. Cuando se quite la máscara de recaudo de votos…. y ahí si…. que Dios nos bendiga y nos proteja. Votemos a conciencia sin miedo por el que creamos desde nuestros principios.
Respetemos que la mitad del país cree que el «otro» era mejor… el problema es que nunca lo sabremos.
Norma Gestion Cultural PAZ
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