CAPÍTULO LXIII. Todo está CONECTADO...
Así nos cuenta nuestro Padre LUIS FERNANDO MUNERA SJ su experiencia vivida en el evento realizado, que marca pautas hacia una tendencia mundial…
«En días pasados; en BOGOTÁ, COLOMBIA, la Universidad JAVERIANA y la Fundación MILENNI@ llevaron a cabo el encuentro DIÁLOGO LATINOAMERICANO: «Todo está CONECTADO…», aportes para la regeneración de la economía fundamental y la cohesión social, con el tema para unas nuevas relaciones estado – mercado – sociedad en el respeto de nuestra casa común.
Esta iniciativa, apoyada por la Conferencia Episcopal Latinoamericana congregó personas de América, Europa y Estados Unidos interesados en pensar la economía en su relación con la sociedad y el Estado, de cara a los desafíos de la crisis ecológica.
No se trata de renunciar al mercado, ni a la iniciativa económica privada. El primer paso ha sido reconocer como la liberación de las fuerzas económicas y productivas ha traído bienestar a muchas poblaciones a lo largo y ancho del planeta. Sin contar con los recientes saltos en el desarrollo del sureste asiático, en los últimos 200 años la población del planeta, vista como una generalidad, ha mejorado en sus niveles de vida y bienestar.
¿De dónde viene entonces la preocupación? A pesar de los innegables avances, persisten graves problemas, tales como el hambre , la desigualdad creciente, una situación de guerra e inseguridad y crisis fronterizas con dimensiones globales. Además, nuestro estilo de vida y de explotación económica amenaza la estabilidad ecológica de tal modo, que la vida como la conocemos hoy está amenazada.
La liberalización económica de las últimas décadas ha acelerado los procesos de globalización, lo que ha dado nuevo vigor al comercio mundial y ha permitido el crecimiento acelerado de los países del sudeste asiático. Esto no es fruto del azar, sino que responde a una intención consciente de buscar nuevos mercados que hagan más atractivas las inversiones de capital , más barata la producción de bienes y servicios. El interés económico del mayor beneficio ha hecho el trabajo más barato y ha hecho más rentables las inversiones financieras. Hoy pagamos más barato el trabajo y más caro el dinero.
La concentración económica va acompañada de una concentración mayor del poder político, parecería que los gobiernos se hacen más impotentes y que los grandes poderes económicos gobiernan. El peligro es que, de la mano de la globalización económica, se globalicen la indiferencia y la falta de solidaridad.
La economía FUNDAMENTAL nos propone volver a pensar en el ser humano como el fin de la economía. Para ello, ha recuperado en distintas partes del mundo experiencias donde los seres humanos se ponen en el centro y logran experiencias económicas no solo rentables, sino amigables con el medio ambiente y que permiten que las personas en los territorios mejoren su nivel de vida gracias a su trabajo: pequeñas industrias, recuperación de molinos, cooperativas de campesinos, cultivos amigables. Nuevos modos de vida, separados del afán de consumo y ganancia, que permiten vivir mejor a las personas.
Una aproximación humanista de la economía, nos pregunta por los fines de la actividad económica: ¿para qué hacemos empresa? Cuando no nos hacemos esta pregunta, la eficiencia y el afán de lucro se convierten en el único motor de una economía deshumanizada. Los seres humanos tenemos que ser mucho más que egoístas eficientes, que hacen muchas cosas sin saber para qué.
En estas reflexiones, fue impresionante escuchar al Profesor Jerry Sachs, asesor de Naciones Unidas, consultor de varios gobiernos y profesor de la Universidad de Columbia. En sus análisis el Profesor Sachs nos mostraba que problemas tales como los costos de superar los impactos de la crisis ecológica o de la superación del hambre en el mundo o una mejora consistente de los niveles de educación, se pueden asumir con un porcentaje pequeño del gasto militar mundial o aún con una fracción de las fortunas del 1% de los más ricos del planeta.
En medio de sus sesudos análisis y de sus cifras impresionantes, el Profesor Sachs nos remitió, para sorpresa de todos los presentes, a la inspiración de la doctrina social de la Iglesia. Documentos como la Rerum Novarum (1891) en la que el Papa Leon XIII reflexiona sobre el mundo obrero; Pacem in Terris (1963), escrita después de la crisis de los misiles en Cuba por el Papa Juan XXIII, ya enfermo, que reflexiona sobre la necesidad de la colaboración de todos para alcanzar la paz y no destruir nuestra tierra.
En este esfuerzo de la Iglesia por reflexionar sobre los problemas del mundo, se destacan el Papa Pablo VI, quien comienza a hablar de justicia social en su Encíclica sobre el Progreso de los Pueblos (1967) y propone un Fondo Mundial para luchar contra el hambre, a partir de una parte de los gastos militares, ideas en las que 50 años después se inspira el Profesor Sachs.
Finalmente, el Papa Francisco con su Encíclica Laudato Si –sobre el cuidado de la CASA COMÚN- ha renovado toda la reflexión de la Iglesia y ha desatado todo un movimiento mundial en torno a la gran crisis social y ecológica y el cuidado de NUESTRA CASA COMÚN.
Esta es una invitación a pensar, a recuperar nuestra capacidad de soñar e imaginar un mundo mejor. La economía mundial necesita ser gobernada y esto solo será posible si nos atrevemos a poner a los seres humanos en el centro de nuestras preocupaciones, cambiamos nuestro estilo de vida y derribamos el ídolo del lucro para dar paso al trabajo digno y a una economía fundamental cuyo fin sea que los seres humanos vivamos más digna y solidariamente.¨
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LOS DIALOGANTES DE HOY
Padre LUIS FERNANDO MUNERA SJ
ALEJANDRO LOPEZ CONDE A.
FOTOS : FUNDACION MILLENNI@ + ALEXANDER PINZON
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