CAPÍTULO XCII.
Dn ALVARO RAMIREZ PRIETO nos cuenta desde su INQUIETUD de HOMBRE de BIEN y de FÉ las improntas en las que se mueve su MUNDO en el entorno de la COLOMBIA de HOY…la que esta inmersa en un momento donde los MATICES parecen acabarse , para llegar a TONOS radicales…a pesar de TODO o mejor por SOBRETODO quiere aportarnos su PENSAMIENTO… una REFLEXIÓN…
Aquí van sus LINEAS …
LA COMISIÓN DE LA VERDAD
A la pregunta de Pilato «conque ¿tú eres rey?”, Jesús le responde: «tú lo dices, soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz» (Juan 18,39). La respuesta confunde a Pilato, quien tiene en ese momento el poder de decidir sobre la vida del reo, y sin entender realmente pregunta de nuevo «¿y qué es la verdad?» Y sin esperar respuesta da media vuelta, confiesa que no encuentra culpa en Jesús, pero sin embargo lo entrega al sanedrín para que ellos decidan qué hacer con El.
Santo Tomás de Aquino en su gran obra Summa Theologiae, define la verdad como «adaequatio intellectus et rei, adecuación entre el entendimiento y realidad «, si la razón de una persona refleja una cosa como es en sí misma, entonces ha encontrado la verdad.
Hace unas semanas inició labores la Comisión para el esclarecimiento de la verdad y de inmediato, recibió un masivo ataque de múltiples sectores que utilizaron todos los medios posibles para protestar por su conformación, poniendo en tela de juicio la idoneidad e imparcialidad de sus miembros y en especial del padre Francisco de Roux, escogido como Presidente de la Comisión, contra quien han utilizado términos despectivos y en muchas ocasiones ofensivos.
La trayectoria del Padre de Roux pasa por los más diversos escenarios: el Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), el Programa por la Paz de la Compañía de Jesús, que él mismo ayudó a concebir en el año 1996, el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, esfuerzo concertado entre Ecopetrol, la Diócesis de Barrancabermeja y el Cinep, que dirigió durante más de catorce años.
Economista de formación, este hombre está convencido de que en el diálogo con la sabiduría y los anhelos de las comunidades es como se puede lograr una experiencia de vida y de desarrollo que pueda ir más allá de nuestras violencias seculares. En estas experiencias ha tenido contacto con los más diversos actores nacionales e internacionales y se ha ganado un reconocimiento y una autoridad que no se pueden negar.
Igualmente son excelentes las hojas de vida de los otros 10 miembros de la comisión. Desconocen también sus detractores que se presentaron 208 candidatos y los elegidos se escogieron siguiendo perfiles claramente definidos y que se pueden dividir en varias categorías, académicos, defensores de derechos humanos, comunicadores, expertos en comisiones de la verdad y por último representantes de las víctimas.
Son seis hombres y cinco mujeres que incluyen una indígena, un afrodescendiente, un militar, una comunicadora, un experto en comisiones de la verdad, tres académicos y dos defensores de derechos humanos que junto al padre de Roux buscan conocer los hechos que rodearon esta absurda espiral de violencia que dejó mucho dolor a tantas y tantas víctimas que padecieron el absurdo de la guerra.
El trabajo de la comisión tiene sentido si escuchando múltiples voces se logra construir una verdad que nos permita dar pasos hacia la reconciliación, la convivencia y la no repetición de la tragedia humanitaria en la que nos hemos visto atrapados los colombianos, que nos ha dañado a todos y que ha destruido nuestro tejido social. Quizá no se trata de una verdad única, que encuentre a los únicos culpables sino un relato en el que todos podamos reconocer nuestros dolores y nuestras esperanzas. La sociedad debe rodear este esfuerzo que busca darnos palabras para nombrar nuestras fracturas políticas, sociales, espirituales y culturales. Si logramos reconocernos en sus gestos y palabras, habremos dado un paso hacia la reconciliación y la construcción de la paz. Tenemos ejemplos inspiradores como Sudáfrica e Irlanda, pero también ha habido experiencias decepcionantes.
Una muestra de que necesitamos una verdad que podamos discutir, construir y compartir para dejarnos de hacer daño, es la aparición de las falsas noticias, fake news, aprovechando ante todo las redes, la llamada» posverdad», que según la define el diccionario de Oxford, es aquella situación en que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que los llamados a la emoción, las creencias y los prejuicios personales. En una sociedad como la nuestra, la mayoría renuncia a analizar con rigor la información y buscar los hechos que apoyan la información; por eso somos proclives a caer en opiniones prefabricadas, concebidas para mal informar, teniendo como base el hecho que son compartidas por muchos y por lo tanto se dan como ciertas.
La verdad no tiene y no debe tener ideología, no debe estar sesgada. Nadie es dueño de ella, no hay verdades a medias. La verdad no es una para los paramilitares, otra para la guerrilla y otra para las víctimas, debemos llegar a una construcción compartida, conocerla mostrará las atrocidades que se cometieron de lado y lado. Ningún tipo de violencia tiene justificación. Todas las víctimas merecen respeto, solidaridad y apoyo. Conocer estos lamentables episodios va a ser doloroso, pero hay que llegar al fondo de los hechos.
Los resultados de la comisión no tienen ninguna implicación judicial, sus implicaciones son éticas y políticas. Sus resultados buscan saber que hay en el fondo de nuestras violencias, sentar las bases para tratar de llegar a una verdadera reconciliación y limitar la venganza y el rencor; tenemos que aprender a convivir y no podemos dejar que esta tragedia se repita. La violencia endémica de nuestra historia no se detiene solo con buenas intenciones y la firma de un tratado de paz, hay que buscar el reconocimiento de lo que pasó y el reinicio de una sociedad en que aceptamos los errores, reconocemos nuestros hermanos que padecieron en el conflicto y nos solidaricemos con ellos; recordemos que el que no conoce la historia tiene el peligro de repetirla.
Las cifras entregadas esta semana por Centro Nacional de Memoria Histórica nos tienen que generar algún sentimiento, 262.197 muertes, 37.094 secuestros, 9.597 víctimas de minas antipersonales, 4.222 masacres, 80.515 desapariciones forzadas y de 6 a 8 millones de desplazados… No son simples y frías estadísticas, es el recuento de una escalada de violencia que afectó a todo el país. Aquí no hay vencidos y vencedores. Por respeto a todas las víctimas hay que llegar a conocer la verdad. Jesús nos invitó a ello: «conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Juan 8:32). No lleguemos al cinismo pragmático de dar la media vuelta como Pilatos y preguntar «¿y que es la verdad?»
Nos deja embuídos en una MIRADA que espera mejorar lo ACTUAL , sin olvidarse de lo VIVIDO y con amplia esperanza en un FUTURO MEJOR…Que depende pura y exclusivamente de CADA UNO de NOSOTROS quienes tenemos la RESPONSABILIDAD de concretarlo…
ÉL pone lo suyo , el resto depende de UD..!
https://youtu.be/GSryte1v-xc
TODO es VERDAD …NADA es MENTIRA…TODO es de ACUERDO al CRISTAL con que se MIRA…
Recapacite y síganos aquí o en…
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LOS DIALOGANTES DE HOY
Dn ALVARO RAMIREZ PRIETO
ALEJANDRO LOPEZ CONDE A.
FOTOS : CAROLINA SANCHEZ MONTEALEGRE
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