CAPÍTULO QUINTO.De la ENCÍCLICA del PAPA (e) BENEDICTO XVI.“CARITAS in VERITATE”.Parte 46.
De la ENCÍCLICA del PAPA (e) BENEDICTO XVI… HOY este APARTADO…
En este homenaje; a partir de ahora PÓSTUMO; dice el PAPA (e) BENEDICTO XVI..:
”El tema del desarrollo coincide con el de la inclusión relacional de todas las personas y de todos los pueblos en la única comunidad de la familia humana, que se construye en la solidaridad sobre la base de los valores fundamentales de la justicia y la paz. (C.V. 54)
CAPÍTULO QUINTO
LA COLABORACIÓN DE LA FAMILIA HUMANA
II SOLUCIONES PARA LA CRISIS ECONÓMICA ACTUAL
62. Cooperación internacional para afrontar las migraciones
a. El fenómeno
Otro aspecto digno de atención, hablando del desarrollo humano integral es el fenómeno de las migraciones. Es un fenómeno que impresiona por sus grandes dimensiones, por los problemas sociales, económicos, políticos, culturales y religiosos que suscita y por los dramáticos desafíos que plantea a las comunidades nacionales y a la comunidad internacional.
b. Política de cooperación internacional
Podemos decir que estamos ante un fenómeno social que marca época, que requiere una fuerte y clarividente política de cooperación internacional para afrontarlo debidamente.
Esta política hay que desarrollarla partiendo de una estrecha colaboración entre los países de procedencia y de destino de los emigrantes; ha de ir acompañada de adecuadas normativas internacionales capaces de armonizar los diversos ordenamientos legislativos con vistas a salvaguardar las exigencias y los derechos de las personas y de las familias emigrantes, así como las de las sociedades de destino.
Ningún país por sí solo pude ser capaz de hacer frente a los problemas migratorios actuales. Todos podemos ver el sufrimiento, el disgusto y las aspiraciones que conllevan los flujos migratorios.
c. Derechos de los migrantes
Como es sabido, es un fenómeno complejo de gestionar; sin embargo, está comprobado que los trabajadores extranjeros, no obstante las dificultades inherentes a su integración contribuyen de manera significativa con su trabajo al desarrollo económico del país que los acoge, así como a su país de origen a través de las remesas de dinero.
Obviamente, estos trabajadores no pueden ser considerados como una mercancía o una mera fuerza laboral. Por tanto no deben ser tratados como cualquier otro factor de producción.
Todo emigrante es una persona humana que, en cuanto tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier situación.
Cualquier parecido con la REALIDAD es mera COINCIDENCIA.
Aún se recuerda el CONCEPTO inspirador de la ENCÍCLICA que tanto APORTA …
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LOS DIALOGANTES DE HOY
Mons.ENRIQUE SARMIENTO ANGULO
FOTOS : CAROLINA SANCHEZ MONTEALEGRE
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