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Creo que a varios, por lo menos en España, nos ha tocado explicar que en Colombia un tinto, no es un vino, sino una tradicional bebida que un señor llamado Juan Valdez promociona por todo el mundo. Entre varias cosas,  tenemos la decente fama de cultivar el mejor y más sublime café del plantea. Sin embargo, desde hace unos días, la explicación del café no gira en torno ni a la calidad ni al aroma, sino al paro cafetero.

Parece curioso preguntarse ¿por qué un país cafetero, como Colombia, tiene que importar café? Eso es mas o menos como tener que imaginarse a Venezuela importando petróleo, a España importando jamón ibérico o a Estados Unidos importando armas. En Colombia para abastecer al mercado interno, se tiene que importar café. Tanto la oferta como la demanda están en manos del mercado y por tal motivo, la gran cantidad de tintos (por lo menos el 90%) que se tomaron en Colombia el año pasado, son de afuera. Rarísimo, ¿no?. Aunque eso tiene una explicación simple: si usted quiere tinto del bueno… pague por él.

El camino trazado consiste en importar café barato para consumo interno y exportar café excelso. Ese es el negocio de la Federación Nacional de Cafeteros, negocio bueno para sus dirigentes, porque las variaciones en el precio de la carga de café nunca afectan sus sueldos, beneficios y salarios.

Pero en general, el negocio es malo para el pequeño campesino porque los costos de producción (generados por el transporte, los fletes, plaguicidas y fertilizantes) son más altos que los beneficios que deja el precio de venta de la carga de café. Esa utilidad es la que se está negociando y por la que se están manifestando.

 Vigile al empresario ventajoso y al demagogo político que aprovecha la situación para estar cerca del café. También identifique esa ausencia de voluntad política idónea para llegar a un acuerdo que mejore la calidad de vida del caficultor común y corriente. Se gasta más de lo que se gana. El gobierno asume una postura asistencialista y corta, pero necesaria. El pan de hoy es el hambre de mañana, y una salida rápida en el aumento del precio de la carga puede servir de cortafuegos, pero no será suficiente para solucionar un obstáculo que desde hace años se canaliza mediante los caprichos del mercado.

Café de Colombia de Javier Urrea Cuéllar. Dibujo de Lucas Agudelo. EL TIEMPO.jpg

Dibujo de Lucas Agudelo para el Blog Política Directa. Tema «Café de Colombia».

Otra cosa que se puede entender, pero no siempre se comparte, es el enfoque mediático que tiene el paro cafetero. Es verdad que dentro de la teoría del newsmaking o construcción de la noticia, existen unos criterios de noticiabilidad que determinan las líneas editoriales. El sensacionalismo provocado por los resultados vandálicos de la manifestación y la represión no dejan ver los problemas de fondo y las causas que llevaron a las carreteras de Colombia a miles de jornaleros y trabajadores campesinos a exigir reformas estructurales.

Este paro, ojalá sirva para entender que los problemas de los campesinos no son por sectores económicos ni gremios, mucho menos por regiones o departamentos. Es un problema nacional. El campo colombiano lleva años descuidado en materia de infraestructura, seguridad social, calidad de vida, carreteras y servicios públicos.

La corrupción ataca a las ciudades pero mata a los pueblos.  Nadie quiere ser ni estar en el campo, los padres campesinos solo añoran que sus hijos estudien y busquen mejores posibilidades de vida en las ciudades. Cualquier nación del mundo, sabe que por seguridad alimentaria se necesita de gente en el campo que cultive nuestros alimentos, pero infortunadamente tenemos una tortícolis que no permite voltear la cabeza hacia el campo y representa una constante amenaza para el rendimiento agrícola a corto y mediano plazo.

Al paso que vamos podríamos llegar a importar hasta la panela, pero también al paso que vamos podríamos llegar a comercializar la corrupción con funcionarios tipo exportación. ¿qué será primero?

Twitter @JavierUrreaC

Dibujo Lucas Agudelo

Nota: La colaboración entre el dibujante y el escritor que se presenta en este blog está intencionada para producir reflexiones y preguntas desde medios expresivos diferentes. Los temas y las problemáticas son producto de las inquietudes comunes de los autores sin que esto signifique que exista un acuerdo previo sobre el enfoque de cada cual. Los autores se encuentren directamente en este blog como una forma de compartir o confrontar opiniones.

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