No se me confunda, no estoy diciéndole fenómeno a este personaje tan peculiar y bizarro, al que llamaron «prospecto de travesti de pueblo». No. Aunque de pronto sí, pero no. Me refiero en gran parte al hombre (?) raro, muy raro, que ha logrado quitarle rating a la magistral serie de Pablo Escobar.
Dicen en algunos reportajes que Óscar sufría por el matoneo en su infancia. Que era un incomprendido, una especie de ‘outcast’ que se quería dedicar a la actuación. Un tipo sobre actuado, odiado por muchos con sus gestos exagerados que debe tener a la comunidad LGTB al borde de un colapso nervioso por cómo ha vendido el estereotipo gay: la verdad, un fiasco generar esa idea de loca arrebatada para marcar a un grupo de personas con inclinaciones homosexuales…Eso, como dicen en los pueblos, es «confundir la m… con la pomada» o como dijo el crítico de TV Omar Rincón: «Un homenaje al cliché gay, una celebración de la homofobia».
Óscar es una construcción macabra. Sin embargo, el sujeto no se merecía semejante mechoneada. Elianis, la ex del difunto Kaleth, el de ‘Vivo en el limbo’, le cascó y lo humilló ante muchos que, como yo, vimos por primera vez el programa y recibimos lo que esperábamos: bonche. Confieso que hoy por pesar, compasión o por ganas de ver más y mayores conflictos, estoy con Óscar y voy a seguir viendo Protagonistas de Nuestra Tele. Por puro y físico morbo.
En el capítulo de la cascada a Óscar tomé algunos apuntes para intentar comprender qué pasa en el famoso #PDNT:
1. Un macancán llamado Edwin mandó a su novia, Manuela, a prepararle el desayuno mientras iba a levantar pesas y levantarse a otra. «Edwin no tiene huevo, tiene seis huevos, cuatro claras y dos yemas» puse en twitter al ver eso. Sí, el descarado la mandó hasta a picar jamoncito.
2. Un tal Mateo, (digo un tal porque confesó haber cambiado su nombre y odiarse en la adolescencia) se las dio de varón poniéndole el cachete al famoso Óscar, un escuálido y mechudo sujeto que debe tener la misma fuerza que tiene Simón Gaviria a la hora de leer los proyectos de ley ¡Tan macho! Además, en Twitter y Facebook decía la gente que era más hombre Óscar. Le cabe el título de esa salsita clásica de Willie Colón «El Gran varón». Dicen que su nombre real es Yhosman.
3. Hay un tipo en ese programa que se plancha el pelo, se peina como Justin Bieber y, además se llama Jhoan. Sí, con H.
4. Llevaron a un cantante de reggaetón famoso llamado Pipe Calderón y, con todo respeto, ¡Qué desafine tan bárbaro! Pro Tools al 100%.
5. Hay acción. «Lesbiana, gordo, marica, travesti, enano, negro…» ¿Querían estereotipos e insultos? Helos aquí. ¿Querían agresión? Mechoneada con ira.
6. Andrea Serna, la mamacita que presentaba farándula ahora se muestra como la voz de la conciencia de los colombianos. Una voz educadora. Erudita. Mandemos a Serna al Cauca a que regañe a los indígenas que levantaron a nuestros soldados.
Conclusión: Somos morbosos. Queremos conflicto. Nos lo dan masticadito. Lo comemos. ¿Es malo? No sé, de pronto no. Pero no nos neguemos más a aceptar que el conflicto nos encanta, no seamos tan solapados. Desde hoy, con dolor en el alma y aceptando que me «rebajé», apoyo a Óscar. Sin él, no tendré más la emoción de ver tanto despelote en la TV. Gracias Óscar, ayer (lunes) le ganaste al negrito sabrosón Alberony doblándolo en la votación. Queremos más peloteras.