“Si nadie mirase, no existiría el juego, así de simple”
Katniss, The hunger games
Ya lo había advertido, se viene ahora el auge de los juegos olímpicos para hacer las delicias de los fanáticos a todos los deportes, distinto al mundial de futbol o a la Copa América, ahora todos tendrán la oportunidad de disfrutar de los 28 deportes representados en atletas de todo el mundo, incluso este año se ha dado la oportunidad a atletas refugiados a competir con la bandera olímpica ante la imposibilidad de hacerlo con la de sus respectivos países. Eso significa que realmente la situación mundial actual termina por afectar incluso el mundo del deporte. No habrá béisbol ni rugby para dar paso al golf y al rugby. Todo alrededor de estos juegos ha estado mal en algún momento: retrasos en las construcciones, inconformidad de la población por expropiaciones para la construcción de escenarios deportivos, amenazas de actos terroristas aunado a una desajustada seguridad para espectadores y atletas, pero por el bien de todos espero de corazón que nada de ello afecte esta fiesta universal. Obviamente que ha sido mucha la inversión que se ha hecho, pero parece que no hay presupuesto que alcance para poder mitigar todo el desazón de los brasileros que se enfadan con el gobierno (en crisis) porque hay una difícil situación económica y que pretende tapar la inconformidad, el desempleo, la inflación y el hambre a los que viene siendo sometido el pueblo durante los últimos diez años.
Y es que a través de los medios de comunicación nos vamos enterando de todos aquellos pequeños inconvenientes que ya han vivido algunos deportistas como los de Australia que una vez lograron ubicarse en su villa olímpica, fueron víctimas de robos menores, lo que deja entrever ese posible inconveniente que se viene con la seguridad de los juegos. Sea como sea el mundo entero está expectante de los mismos y de su ceremonia de inauguración que ojalá esté mucho mejor que la del pasado mundial de fútbol y que recibió tantas críticas por su deslucida presentación. Ahora bien han surgido rumores acerca de la insalubridad de los escenarios acuáticos que no cumplen con los requerimientos mínimos para la seguridad de los nadadores, todo un caos que deberán ir resolviendo sobre la marcha los organizadores que tienen la difícil misión de sacar adelante, así sea con las uñas, este evento tan importante. Tenemos entonces 147 compatriotas que se enfrentarán en disciplinas tan exigentes y continuamos con el sueño de los oros, una fiebre que se calma cuando en las premiaciones sube uno de estos deportistas nuestros que con tanto sacrificio y esfuerzo llegan hasta allí y a los que algunas entidades inescrupulosas de carácter estatal pretenden desmeritar, tratando de ganar méritos cuando todos sabemos que poco o nada se les colabora por parte del gobierno. Otra vez les incumplirán las promesas a los atletas, que no esperen casas ni apoyos monetarios porque una vez se apaga la antorcha olímpica, se borran del mapa las ilusiones. Entonces estaremos pegados del televisor para emocionarnos con nuestra bandera, esa bandera que para muchos tiene el significado de fiesta y jolgorio pero que a la larga lo que hace es taparnos en medio de goles, risas y aplausos una realidad que se acerca sigilosamente a quitárnosla como un velo y cuando sea el tiempo, enfrentarnos a una verdad cada vez más fea e incómoda.
@leonardopineda
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