Mirá B

La diferencia entre la ineptitud de los presidentes, los congresistas, los concejales y los alcaldes que desafortunadamente elegimos y la ineptitud de los presidentes que han pasado por el Real Cartagena precisamente se da en el hecho de que a los «dignatarios» los elegimos por votación popular y los presidentes del Real Cartagena son impuestos por diversas circunstancias pero al final el resultado es el mismo: Siempre a los ciudadanos y a los hinchas nos toca la peor parte.

Por ejemplo, en el caso de los alcaldes que ha tenido Cartagena, estos suelen rodearse de lo peorcito que encuentran para conformar sus gabinetes, en este sentido no existe mayor diferencia con el personal que suelen traer los presidentes que ha tenido el equipo de fútbol de la ciudad y vemos como se contratan a los peores técnicos y por aquí han pasado desconocidos como Juan Enrique De Brigart y técnicos varados como Alberto Rujana, Mario Vanemerak y German «Basilico» González, para sólo citar a los más nefastos.

En el caso de la alcaldía, los secretarios de despacho empiezan a traer sus «recomendados» y entonces las dependencias se llenan de parásitos y de funcionarios «que no funcionan» (para utilizar la frase de combate de un noticiero popular de la radio cartagenera) mientras que en el caso del equipo de fútbol, los directivos y el cuerpo técnico suelen llenar el equipo de jugadores mediocres, de vejestorios y tipos idos del balompié, de jóvenes imberbes y sin mucho fundamento y en algunos casos de jugadores a los que les atrae la noche, la rumba y los placeres que suele brindar el dios Baco, todo lo cual genera consecuencias desastrosas para el rendimiento del equipo.

Gracias a los desaciertos y a la falta de visión y gestión de los alcaldes que elegimos, la ciudad se sigue rezagando con relación a las otras ciudades de la costa y se mantiene en la postración, las obras no avanzan y duran una eternidad para ejecutarse y aquellas que logran llegar a «feliz» termino les empiezan a salir «gallitos» por todos lados y nadie responde, es así como hemos tenido que soportar obras como la pista de atletismo, la pista de patinaje del estadio Jaime Morón, el malogrado puente Heredia y muchas otras que al final han presentado «defectos» protuberantes de los que nadie ha respondido.

En el caso de los dirigentes del equipo de fútbol, sus desaciertos, falta de visión y gestión se reflejan en la perdida de la categoría del equipo aunque como ya esto se volvió una costumbre, la gente se resigna y empieza a «pulsear» para ver si se logra ascender nuevamente y ya en la A observamos impávidos como se vuelven a cometer los mismos errores de siempre.

 Pero hay un común denominador entre los dirigentes políticos y los dirigentes deportivos que es bastante particular y es que a ambos les gusta mantenerse en sus puestos y no reconocen que de administración no saben absolutamente nada, la ciudad y el equipo se pueden estar hundiendo pero ellos siguen convencidos de que son los idóneos para permanecer en sus cargos y de hecho se mantienen allí ante la mirada cómplice de todos los cartageneros a los que con toda razón el Gran Luís Carlos López, tuvo a bien llamar «caterva de vencejos».

Los hinchas del Real Cartagena no deberíamos preocuparnos porque el equipo es digno de esta ciudad, el equipo y la ciudad son un reflejo de sus dirigentes que bien merecen estar en la B.