Estimada amiga o amigo trumpista:
Me veo obligada a escribir de nuevo sobre este tema, a pesar de que este blog no tenga la intención de ser político y aunque hable de las elecciones de Estados Unidos y no sobre Colombia, pero son varias las razones que me mueven a hacerlo.
Desde niña el tema político fue conversación de sobremesa en mi casa. En varias ocasiones me tocó envolver votos (porque así se usaba) para campañas en las que mi papá participaba en Boyacá. Él amaba profundamente su departamento y buscó servir siempre en aras de verlo progresar. Fue mi mejor ejemplo, me enseñó que la política, aunque cada vez lo parece menos, es cuestión de principios. Lo cierto es que mi padre perdió varias elecciones enfrentado a políticos y maquinarias corruptas, pero nunca dio su brazo a torcer, por lo mismo, porque para él los principios no eran negociables. Por eso justamente no me puedo callar.
Por azares del destino ahora me encuentro aquí en Estados Unidos, ese país que mi padre tanto admiraba. Desde hace seis años soy ciudadana americana, me siento muy honrada de poder votar en este mi país adoptivo y lo hago con toda la responsabilidad que este deber infiere. Hoy justo recuerdo las palabras de Abraham Lincoln, labradas en el Lincoln Memorial, discurso que además mi padre alguna vez me recitó completo de memoria: … “que esta nación tendrá un nuevo nacimiento de libertad; y que el gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo, no perecerá de la tierra.”
Y te escribo a ti, latino seguidor de Trump porque no puedo entender tus racionamientos. Lo triste amigo trumpista es que parece que ese principio de gobierno para el pueblo y por el pueblo está completamente olvidado y ha sido pisoteado por el personaje que defiendes con ahínco. O sino, ¿cómo es posible que por sus malos manejos de este presidente ya sean más de 200 mil muertes y más de 8 millones de casos en EE. UU. por el covid-19?
Que no te gusta el personaje pero que votas por su partido, porque hay que defender la vida, dices. Ese fue el error que cometieron muchos hace cuatro años. ¿Cuál es la vida que defiende? ¿En dónde están sus valores cristianos? Que votas por los derechos de los bebes antes de nacer, dices, te pregunto: ¿qué ha hecho el señor Trump para crear políticas sociales para evitar embarazos no deseados? Mi fe católica me ha enseñado que todas las vidas humanas son sagradas y tienen el mismo valor. Por eso rechazo el racismo y el maltrato y todo lo que vaya en contra de la vida misma. No creo que el señor Trump sea pro-vida, como dijo alguien, Trump es solo proTrump. Eso es solo un mecanismo para atraer votos y lo estás comprando sin ver más allá. Aquí el señor ha demostrado con su autoritarismo, su egoísmo y su ego que él hace lo que le da la gana, sin importar lo que piensen ni sus asesores, ni los de su propio partido.
¿O te parece bien como ha tratado a los doctores y a los científicos en esta pandemia? No hace sino dar mal ejemplo y minimizar las consecuencias del covid. Al fin y al cabo se curó en dos días como Supermán, dijo. ¿Qué crees que sienten quienes han perdido a sus familiares? Hoy mismo dijo que el Dr. Fauci y los doctores eran unos “idiotas y un desastre”, ¡por favor! Los médicos y el personal de salud en el mundo entero son quienes más duro están pagando los desastres de esta pandemia. ¿Cómo es posible que el líder de un país como este pueda darle la espalda a los consejos de la máxima autoridad en la pandemia, como son los científicos y epidemiólogos? Claro, porque eso no le da votos, no le conviene a su campaña ¿verdad? Pero presionar para que salga la vacuna antes de las elecciones, sí.
Te molesta que digamos que los latinos que defienden Trump son como cucarachas haciendo campaña por un insecticida. Pero es que hay quienes no podemos entender cómo puedes defender a un personaje que denigra de los latinos, tiene de manera inhumana encerrados en jaulas a niños inmigrantes, los separa de su familia y quiere que los llamados Dreamers, esos jóvenes que no conocen otro país que este, que son hoy adultos productivos en esta sociedad, se regresen a un país desconocido para ellos. Son nuestra gente, así ellos no hayan tenido la suerte de venir con una visa como tú, son nuestros hermanos. Acuérdate de nuevo de las enseñanzas de Jesús que tanto predicas…
Que el señor Biden es peor, que es un monstruo, una cosa horrible, dices, que es como Chávez, que es otra Venezuela, repites sin saber muy bien por qué, pero es lo que has oído. Que es socialista dicen, y ¿eso qué significa? ¿Si lo sabes bien? ¿Es muy grave querer que todos tengamos derecho a la salud y a la educación? Yo no lo creo, al contrario pienso que es lo lógico. Pero además Biden no es socialista. Es de centro (justamente eso le han criticado los demócratas de izquierda). Ahora bien, una revolución populista como la de Chávez ya es otra cosa. Biden lo tiene claro. Te invito a que leas su política internacional en la que claramente ha rechazado a los populistas gobiernos totalitarios de América Latina.
De otro lado, si Trump es apoyado por grupos Neo nazis, blancos supremacistas, el KKK y ese tipo de milicias, ¿eso no te dice algo? Y no los ha condenado. Su retórica es altamente peligrosa.
Que prefieres votar por el “cabrón o pendejo” (asshole) con 3 años en política que ha hecho exactamente lo que dice, y no por el que «promete lo que queremos oír». Así lo he visto escrito por ahí (no son mis palabras). ¡Por Dios! Eso me suena como la mujer víctima de abuso que acepta lo que sea de su abusador… ¡Qué tristeza!
Ahora bien, Trump no es solo un payaso, como piensan de lejos algunos, es un personaje peligroso. Y lo es para el mundo entero. Encarna la ausencia de principios y valores. Por eso quizá no me puedo quedar callada.