«Y aunque muchos pensarán que abrir un estudio de tatuajes en Miami es un lugar con demasiada competencia, el mono piensa que aunque hay mil estudios y mil tatuadores, uno más siempre será bienvenido. Además es la oportunidad de volver a sentir que puede tomar sus propias decisiones sobre el local, algo que ya extrañaba desde su experiencia en Zone Colors.
Esa es su historia, con sus idas y vueltas; aunque para todos no ha sido igual. La historia de Dani Zombie con su propio local, Zula Morad con el suyo o el Calvo con el sitio que recibe el mismo nombre de su apodo; han sido muy diferentes.», escribí la semana pasada sobre la nueva tienda de Jhon Jairo Rodríguez en Medellín.
Pero la verdad es que Carlos, Daniel y Zula han tenido experiencias diferentes y hoy trabajan en sus popios locales privados con muchos retos y obstáculos a vencer. Carlos o más conocido como el Calvo y quién trabajó en Dr Calavera y Old Cat Tattoo, se dio cuenta que era el momento de tener su propio estudio mientras trabajaba con «el gato» y «el mono» en este último lugar (Old Cat Tattoo).
Desde ahí, hace 3 años, es el dueño de Calvo Tattoo donde trabaja con tres tatuadores más. Pero si bien algo ha cambiado, es que ahora puede decidir qué tatuajes hace y cuáles no. «Cuando se trabaja en el estudio de otra persona, se deben hacer los tatuajes que el cliente pide. Pero cuando estás en tu estudio, la gente va por los diseños de uno. Es como una especie de filtro que uno puede tener», afirma el Calvo. Días después, Zula Morad coincidiría con esta afirmación.
En cambio, Dani Zombiie o Daniel Tattoo Zombie afirma que el mayor reto es darse a conocer y abrirse camino en el gremio de tatuadores de Bogotá donde existen muy buenos artistas. Daniel, quien tiene su propio estudio –The Last Zombie Tattoo-, decidió hace 8 meses cambiar de lugar geográfico pasando del sur a Chapinero; sin duda uno de los mejores lugares geográficos junto a la zona rosa para tener un estudio de tatuajes.
Por ahora Daniel Zombiie trabaja con una persona más en el local pero espera ir creciendo poco a poco. Algo muy similar a Zula Morad quién abrió su propio estudio este año llamado Zula Tattoo. Por ahora su principal reto y objetivo es similar al de Daniel y al mono en Miami: darse a conocer y construir una clientela base para que después las personas se acerquen al local a pedir diseños de ella.
Después de trabajar varios años en Bogotá Tattoo y en Calvo Tattoo, entre otros, Zula quiere crecer como artista y profesionalizarse en este trabajo que hasta ahora empieza. Por ahora trabaja sola en su propio local, pero con el tiempo espera que más tatuadores se unan a este gran proyecto.
Seguro el camino será largo y de mucho trabajo. Tal vez unos lo hayan recorrido más que otros, y con buenas decisiones, excelentes diseños y sobre todo una buena mano a la hora de tatuar, Jhon seguirá creando su leyenda, Calvo seguirá posicionando su nombre y seguramente llegará el día en que Daniel y Zula puedan demostrar el talento que tienen.
Blog Original: Tatuajes y Periodismo
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