Un tatuaje es más que una modificación permanente en la que unas agujas inyectan un pigmento bajo la epidermis de una persona. Un tatuaje lo puede significar todo, puede ser la razón por la que alguien se gana la comida del día a día y mantiene a su familia o simplemente ser una marca que se debe llevar toda la vida sin motivo de orgullo. En definitiva, un tatuaje puede ser mucho y nada al mismo tiempo.
Y digo que puede ser mucho porque puede tener un montón de significados y motivaciones. Detrás de un tatuaje, puede haber muchas horas de decisión, de pensar qué es lo mejor para representar aquello que se siente. Un tatuaje puede ser el motivo que ayude a alguien a salir adelante de una situación complicada o incluso para mejorarle la vida a una persona, como aquellas mujeres que se tatúan para reconstruir sus pezones después de haber sufrido un cáncer.
Pero un tatuaje también le puede salvar la vida a una persona, ya sea por un motivo médico o para demostrar lealtad a un grupo -que lo va a defender o por el contrario a atacar-, como sucede con las pandillas y la cárcel. Para la muestra, un ex pandillera de La 18 una de las pandillas de Honduras más famosas quien decidió tatuarse el mismo número de letras en su espalda para demostrar su fidelidad.
Incluso hay quienes han tenido que ir mucho más allá, como es el caso de Billy Gibby quien lleva tatuada en su cara pornhub.com como anuncio publicitario. (Billy, también vendió su nombre y cuerpo como espacio publicitario para más de 40 empresas). Lo que llevó a este hombre fue la necesidad de darle de comer a su hijos y fue gracias a unos tatuajes que lo pudo hacer.
Y claro está, también existen los tatuajes emotivos, los que representan la memoria de alguien especial o de algún momento importante en la vida de quien lo lleva. Y aunque no sea transcendental como los otros casos, son tatuajes que de una u otra forma identifican a dicha persona.
Pero al mismo tiempo, y aunque suene contradictorio, los tatuajes pueden significar nada por varios motivos. El primero y más obvio, porque el tatuaje no simboliza nada y la persona simplemente decide tenerlo porque le gusta el diseño sin ir más allá de eso.
Pero también están los casos de quienes se hacen un tatuaje por cosa de un momento y sin pensarlo mucho llegando a ser una verdadera estupidez como aquel noruego de 18 años que se hizo famoso hace un año por tatuarse una factura de McDonald’s en su ante brazo.
En todo caso, son todas razones suficientes para pensar que un tatuaje es más que un cúmulo de tinta que se lleva bajo la piel de por vida. Sea la decisión que se tome, son historias que cuentan la vida de una persona y son marcas que se eligen llevar, con honor o vergüenza por el resto de la vida.
Por: @ricardoduranv
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