Querida Ana Cristina Vélez,
Leí su texto “El Peligro de los Tatuajes” publicado en El Espectador. Lo primero que se me viene a la mente es que no hay nada más peligroso que llegar a conclusiones y suposiciones basándose en argumentos pobres y generales.
En su texto, inicia hablando de los peligros de los tatuajes, según un estudio científico sobre los pigmentos con los cuales se hacen los tatuajes.
Y sí, es cierto, existen algunas consideraciones a tener en cuenta como posibles alergias y reacciones que el cuerpo puede tener a estos, en especial al rojo. Pero esta es una investigación que ya se ha hecho antes, y que solo ha resultado así en algunas de las muestras y no aplica para TODOS los pigmentos, por lo cual es muy peligroso generalizar como usted lo hace.
Pues como bien lo dice el estudio que se hizo en Francia, son 59 de 153 pigmentos y que su uso ha sido prohibido desde 2014.
Sin embargo, Ana Cristina, es preciso aclarar bastantes cosas. Pues su artículo más que informar, hace todo lo contrario y solo se queda en una visión corta y con pocos argumentos.
Aclaremos
Pues más allá de pensar en los tatuajes como un peligro, sería bueno que también analizara el lado positivo de estos. Pues para titular una entrada como “El peligro de los tatuajes” debería mirar todo lo que estos representan.
Por tal razón, le recuerdo que los tatuajes son de gran ayuda para salvar vidas, para reconocer víctimas o, incluso, para que la policía pueda reconocer criminales.
Por ejemplo, fue gracias a los tatuajes que tenía el exintegrante de la serie Jackass, Ryan Dunn los que ayudaron –en parte- a identificar su cuerpo tras el accidente que sufrió en 2011 y que le costó la vida.
En el 2013 fueron los tatuajes los que jugaron un papel importante para identificar a alias “Toledo”, el hincha de Millonarios que asesinó al padre de un seguidor de Independiente Santa Fe.
Según Noticias Caracol y el comandante de la Policía de Bogotá, general Edgar Sánchez, fueron los tatuajes alusivos al club los que lo delataron.
Por otro lado, quiero recordar y resaltar la importancia de los tatuajes al momento de salvar la vida de una persona. Lo anterior, se debe gracias a que en lugares de Estados Unidos y Europa las personas usan los tatuajes para informar a los médicos que se tiene alguna enfermedad grave o algún deseo que es importante se conozca con antelación para evitar cualquier error y que por muchas circunstancias, el paciente no está en condiciones de informarlo.
También sirven para hacer reconstrucciones a mujeres que han sufrido cáncer de seno; para apoyar campañas contra la hambruna o la violencia contra las mujeres, como lo ha hecho Unicef; y apoyar la educación en Venezuela.
¿Cuáles peligros?
Asimismo, en su misma publicación en la cual debería abordar el riesgo de los tatuajes –eso promete el título-, ud dice: «Es claro que estos (los que estamos tatuados) no están teniendo en cuenta el futuro, que no ven la vida en perspectiva…” “Por otra parte, los tatuajes cambian con el tiempo: se destiñen y se arrugan; terminan como los dibujos sobre las bombas de los cumpleaños cuando se desinflan”.
No entiendo esto qué tiene que ver con el título de su artículo y segundo no existe ningún cuerpo que con o sin tatuajes no se arrugue con el tiempo, cayendo así en argumentos generales y con poco fundamento.
Además, pone como argumento que “Los diseños de los tatuajes no tienen el significado que la persona les da”. Yo le pregunto ¿basada en qué afirma esto? Cada persona le da una significación a su propio tatuaje. Porque el significado y diseño de cada uno es tan subjetivo como queramos.
Y una vez más, ¿qué tiene qué ver esto con los posibles peligros según el título de su publicación?
Por eso le hago la misma invitación que le hago a mis lectores: no juzguen por juzgar, investiguen bien antes de tomar posturas y decisiones y sobre todo no desinformen.
Antentamente,
Ricardo Durán
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