Hace unos días, leí en la página web de la revista Inked Magazine una frase que decía “Si el cuerpo es un templo, ¿por qué no decorar las paredes?”. No sé quién será el autor de dicha frase, pero sí sé que es bastante frecuente escucharla entre quienes tienen tatuajes. También ocurre con el hecho de pensar que nuestra piel es el lienzo de los tatuadores. Sin embargo, la diferencia con ellos y otros artistas, es que los tatuadores no eligen al lienzo, sino que el lienzo (las personas) elige al artista.
Por su parte, el tatuador Twig Sparks de Hart & Huntington Tattoo dijo en el libro de Carey Hart, titulado Inked, que nunca estaba de más tener un buen conocimiento en dermatología (sin ser experto) para conocer a mayor profundidad los lienzos que tatúas, ya que según él “no se tatúa sobre la piel, sino en la piel”.
Con el tatuaje al igual que en la pintura, hay diferentes tipos de texturas para trabajar y algunas de ellas son mejores que otras. Por eso, las personas que tienen piel de color más clara o blanca, son mejores prototipos de lienzos vivientes porque en ellos los colores se notarán mucho más y el tatuador necesita menos esfuerzo para insertar la tinta dentro de la dermis.
En cambio, en las personas que tiene un color de piel muy oscuro es muy complicado que un buen tatuaje se note. No importa cuánta cantidad de tinta se inserte, porque si su piel no es clara es muy complicado que el tatuaje se vea con facilidad. Incluso hay a quienes parece como si el tatuaje se les hubiera desaparecido.
También hay que tener en cuenta que el color de los tatuajes tiende a opacarse un poco después de que este ha cicatrizado por completo. Pues al momento de hacerse el tatuaje, los colores se ven muy puros, pero después de la curación pierde un poco el tono. Lo mismo sucede con el transcurso del tiempo y cómo se cuide el tatuaje. Recuerden que siempre hay que cuidarlos, protegerlos bien del sol y estarlos hidratando.
Pero el color de piel, es tan sola una de las características que influyen en el resultado de un tatuaje. Hay otros tipos de lienzos que pueden ser duros, callosos, suaves, viejos, jóvenes o rugosos según afirma Sparks.
También explica este tatuador, que las pieles que pasan mucho tiempo bajo el sol por lo general son muy duras y correosas, lo cual las hace algo difícil de tatuar porque la penetración de las agujas es mucho más compleja. Así mismo, cuenta que hay pieles tan suaves que la aguja ni siquiera entra en la piel, como si se resbalara haciendo que sea necesario tatuar a cuatro manos, donde otro tatuador ayuda a mantener la piel lo más tensa posible.
Lo anterior, por supuesto son algunos casos extremos y no son el común denominador.
Pero no solo depende del tipo de lienzo viviente que se tenga, también es necesario un buen tatuador para lograr el tatuaje ideal. Pues el sello de un buen artista de los tatuajes, no solo tiene que ver con que sepa dibujar bien y sea capaz de hacer líneas rectas o aplicar las sombras como corresponde, sino que maltrate la piel lo menos posible. Todo radica en la punción que se hace, la cual debe ser lo más limpia posible para que la tinta penetre la piel sin problema.
@ricardoduranv
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