Colombia viajará por todo el país durante la primera fase de la Copa América 2020. Ojalá pudiéramos decir lo mismo de otros equipos con los que comparte grupo. Un fallo más de la Conmebol.
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El sorteo de la Copa América 2020, como cualquier evento de la Conmebol, tuvo sus ferias y lunares. La eliminación dos sedes (San Juan y Pereira) y la ausencia de una infografía oficial que mostrara en televisión (o en twitter, o en algún medio) el calendario completo tras el sorteo dejó a la audiencia a medias. Los grupos estaban ya definidos, salvo los invitados, y el objetivo del evento era conocer el lugar y las fechas de los partidos. Una vez pudimos conocer el calendario, el sabor para Colombia fue agridulce. Nunca pensé que la localía nos fuera a perjudicar.
Es normal que la Selección haga un tour durante la Copa América 2020 y juegue hasta en cuatro ciudades. Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla dos veces, en ese orden, recibirán al equipo nacional en sus partidos de primera fase. Hasta ahí no hay nada raro. El problema empieza cuando otras selecciones del mismo grupo, como Venezuela, Ecuador y Perú, no cuentan con la misma exigencia de movilidad. Venezuela jugará cuatro de sus cinco partidos en Cali, Ecuador hará lo mismo en Bogotá, al igual que Perú en Medellín. Mientras esas selecciones tendrán tiempo de ‘adueñarse’ de un estadio, Colombia, Brasil y Qatar rotarán por todo el territorio nacional. Para unos y para otros, de entrada, el torneo es diferente. Es más fácil prepararse cuando no hace falta coger avión, cambiar de hotel y de clima.
Como si eso fuera poco, las condiciones geográficas perjudican más a Colombia de lo que la ayudan. La Selección va a debutar contra Ecuador en la altura de Bogotá. Si existe un equipo entre los dos que necesita adaptarse para jugar a 2600 msnm es el nuestro. Ecuador flota en esas nubes y en Quito, 200 metros más arriba, ha creado una fuerte localía. Lo mismo pasa con el partido de Brasil, que tendrá lugar en la humedad de Barranquilla. Los cariocas están igual o más acostumbrados que nuestra Selección a esas condiciones.
No todo es negro. La Copa América 2020 tiene un formato demasiado amable con los malos resultados en la primera fase. Pasan cuatro equipos de seis a la siguiente ronda. Colombia podría tropezar varias veces y seguir con vida. Eso sí, en caso de quedar tercero o cuarto en el grupo, jugaría cuartos de final y semifinal en Argentina. En ese caso, de poco valdría haber puesto casa para el evento. El otro punto positivo es que la Selección jugará contra Brasil en su cuarto partido. Si todo sale bien, el encuentro más complicado tendrá lugar cuando ambos equipos estén clasificados. También es bueno cerrar contra Qatar. Los asiáticos nos mostraron su nivel en la edición pasada del torneo, pero sin dudas son los débiles del grupo. Ese partido vendría bien si llegamos con la necesidad de ganar.
Lo que no va a cambiar es el calor del hincha colombiano que tanto se siente en el campo. Si algo debemos aprovechar de la localía es el aficionado. Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali son responsables de apoyar, con respeto y deportividad, como nunca a una Selección que necesita sacar todas las ventajas posibles de su casa. La Copa América 2020 está mal inventada, pero la suerte está echada y estas son las cartas para jugar. ¡Vamos Colombia!