Una de las grandes citas deportivas que tiene este planeta decepcionó por sus equipos, su entorno y su arbitraje. ¿Dónde está El Clásico?

Sígueme en Twitter: @avargasdeporte

 

Es muy difícil verle un punto positivo a este último partido entre Barcelona y Real Madrid. El que presume de ser el clásico más emocionante y mediático a nivel de clubes dejó un 18 de diciembre demasiado frío, sin gracia y, peor aún, sin goles. No fue un 0-0 en el que viéramos grandes esquemas defensivos, sino muchos ataques que ilusionan y poco consiguen. El Barcelona no pudo jugar peor y el Madrid mereció ganar, pero que el equipo blanco no sea capaz de anotar un solo gol a esta versión culé les deja mal parados.

El club catalán perdió su juego en alguna maleta durante el viaje que hizo a Anfield en abril de este año. Desde entonces, solo las grandes actuaciones de sus figuras los mantienen vivos. El fútbol, sobre todo el de hoy, es egoísta con los equipos que dependen del individuo. Un día será Lionel Messi, otro Luis Suárez o Antoine Griezmann y quizá Ter Stegen sea el héroe de alguna noche, pero solo con inspiraciones espontáneas no ganan trofeos. Al Barcelona le falta un proyecto táctico porque el que propone Ernesto Valverde está desgastado. El medio campo no defiende, la defensa regala la banda y la delantera no tiene quien la alimente. El entrenador del Barça brilló por su ausencia en El Clásico de esta semana y el resultado se vio en el campo.

Que los del Real Madrid no sonrían mucho. El partido de hoy era para golear a su rival. Si el Barcelona tiene poco juego hoy, el Madrid carece de contundencia. De nada sirve dominar al rival si al final no te llevas los puntos. De aquel Real Madrid amenazante que no necesitaba mucho para ganar queda poco. Cristiano Ronaldo se fue, pero eso ya suena a excusa vieja. No hace falta tener un jugador de 50 goles por temporada para conseguir trofeos, menos para derrotar a tu rival. El equipo blanco no ha ganado ninguno de los últimos cuatro partidos contra el Barcelona. Peor aún, solo ha podido anotar un gol: el de Marcelo en la goleada 5-1 del año pasado. Es impropio de un club tan grande salir hoy satisfecho. El gran logro del Madrid en un año no puede ser empatar con el Barcelona 0-0.

A todo eso le agregamos el mal partido de los árbitros y el VAR. También está la situación complicada en Cataluña, que fue llevada a un Camp Nou dedicado más a la política que al fútbol. Sin entrar a discutir los motivos de la protesta (tema que no corresponde a esta columna), es un infortunio que afecta el espectáculo. A la larga, es la primera vez desde que me interesa el fútbol que veo El Clásico y me pregunto si valió la pena. ¿Dónde está el Real Madrid amenazante y el Barcelona de grandes estrategias? Quizá en otra maleta, si alguien la encuentra que la devuelva a España.