Crece notablemente, tiene mucha presencia, lleva control de estabilidad y 6 airbags en las 2 versiones, y además de un completo y sofisticado equipamiento donde hasta hay ledes en luces medias y altas, su calidad se enfoca en la buena marcha, espacio interior y la eficacia de la interfaz para el infoentretenimiento

Corrección para el video, el baúl es de 942 litros

Hay una buena sensación al acelerar la nueva Renault Koleos, que dice mucho del avance en las cajas automáticas CVT en las cuales la firma refleja su experiencia. Antes, se aceleraba y las revoluciones se quedaban quietas mientras iba ganando velocidad, y si se hacía a fondo, el motor se quedaba al máximo restando confort acústico, con la sensación para muchos de estar forzando el motor.

Ya en la prueba del Nissan Note hace 3 años y medio la CVT simulaba mantener y hacer un par de cambios cuando se levantaba el acelerador. En la nueva Koleos con la CVT más avanzada, incluso arrancando a fondo, se aporta a la comodidad y es menos aburrido el proceso puesto que baja las revoluciones como haciendo los cambios de una automática común (hasta 3 veces conté) simulando hacer el paso de 1a a 4a, cuando logramos unos 130 por hora.

En modo manual se dispone de 7 marchas, que ayudan a retener ante las cuestas  pronunciadas, y el control de cambios está mejor dispuesto de tal forma que al dar toques hacia adelante se reduce, y hacia atrás se pasa al cambio siguiente, al contrario de la gran mayoría de vehículos; digamos que es más lógico o intuitivo, y no tenemos ese susto cuando al tratar de reducir para ayudar en la frenada, lo que se hace es pasar al siguiente cambio y se nos va el carro…..es el tercer vehículo que pruebo con ésta peculiaridad que identifica también a los BMW y Mazda.

El motor es 2500 gasolina en las 2 versiones  Zen e Intens, la última con tracción integral inteligente por demanda (no estará disponible el diésel) que con 170 caballos y 23,7 kgm de torque la impulsan bien, aunque no es tan rápida como otras  SUV 2.4 o 2.5 de tamaño inferior, pero tampoco se puede decir que se inclina por la lentitud. El motor pasa desapercibido porque aísla normal y el sonido no llama la atención, ni más faltaba en un vehículo familiar.

Los frenos me hicieron sentir seguro, con un pedal sin puntos muertos en el recorrido, dosificables, se sienten potentes y aunque no se pudo analizar la resistencia al calentamiento, se espera que resistan lo esperado en un vehículo que pasa de los 1600 kilogramos. Me gustó mucho la calidad de la marcha, y eso que andaba en la versión full con rin 18 y algo menos de perfil de llanta que la »básica» con 17. Aísla bien, huecos pequeños y medianos, en destapado filtra perfecto, las suspensiones no tienen la posibilidad de hacer el mínimo ruido: la camioneta para los que quieren pura comodidad está aquí.

El moderno chasís, compartido con varios modelos pertenecientes a la alianza Renault – Nissan (que ya va para 18 años), es el mismo de su prima la Nissan Xtrail       -igual de largas, diferencia 3 centímetros y obvio, con la misma distancia entre ejes; es notorios 15 cms más larga que la Koleos anterior-,    donde se sabe y quedó en evidencia una puesta a punto de suspensiones específica para la nueva Koleos. Es silenciosa porque el aire no se percibe ni el funcionamiento de los neumáticos contra la carretera.

 

En virajes de alta velocidad se siente aplomada, sin balanceos ni cabeceos de ninguna frecuencia y con poca inclinación de la carrocería. No tuve la oportunidad de tomar curvas más cerradas pero con seguridad la masa y las suspensiones lejos de la deportividad, harán que se balancee algo, aunque es predecible y el control de estabilidad de serie pone límites por seguridad.

¿Y cómo es por dentro? Diferente y sobria, con buenos sistemas, accesorios y la presentación esperada. Hay que destacar la buena pantalla táctil de 8.7 pulgadas tipo iPad ubicada a lo largo a la altura de las manos cuando se coge bien el timón, en la zona superior de la consola: de una me acordé de las de Tesla Model S al que estudié hace un tiempo y Volvo con su reciente XC90.

Aunque no tiene la mejor resolución, desde allí se comandan con íconos legibles y grandes el teléfono, el equipo de sonido Bosé de excelente calidad, multimedia, la navegación, ajustes de los 5 tipos de luces en cabina, etc. Es una pantalla intuitiva, fácil de leer, con un menú a mi parecer bien estructurado que distrae menos que otras haciendo que el conductor se mantenga concentrado en la conducción.

Los instrumentos están divididos en 3 secciones con el centro digital ajustable en 4 estilos, y con 5 colores diferentes pero comunes puesto que en esos colores (con intensidad ajustable) se alumbra el piso adelante y atrás, en los tapizados de las puertas, y la consola delantera. Invento de Ford hace casi 7 años en el Fiesta, adoptado ese año en el clase E de Mercedes Benz, pero en un solo tono. Atrás el espacio para las piernas es casi de Mercedes S600, y a lo ancho pueden viajar 3 adultos por anchura y porque la plaza central es bastante tolerable por comodidad.

Baúl de más de 900 litros (el de 2 Ford Focus o Chevrolet Cruze sedan), tapicería en cuero con silla del conductor eléctrica que incluye soporte lumbar, techo panorámico que gracias a los materiales sofisticados del cristal se pudo apreciar con la cortina abierta sin que los rayos del sol nos molestaran a plenas 11 de la mañana con cielo azul, control de crucero y limitador de velocidad. El tacto de los materiales es blando en tablero y se esmeró Renault por entregar buenos terminados. Otros interesantes detalles:

Su carrocería llama la atención. Enfrente las luces ledes son únicas delineando una forma grande en C desde la luz principal, hasta entrar abajo en el bomper, al mismo nivel hasta donde llega la nueva persiana con fondo negro que aloja en el centro el rombo cromado y grande, la última identidad de los Renault del primer mundo.

 

De costado su gran distancia entre ejes   -2,7 metros-,   y las llamativas ruedas 18 representan casi una camioneta del segmento superior de 5 metros de largo y no de los 4,70 que en realidad tiene; los pasos de rueda ampliados desde la mitad de las puertas aportan en lo anterior debido a que también se percibe más ancha.

Sin duda que los largos stops que como en casi todos los vehículos  modernos empiezan desde el costado, en los guardabarros, y que en la Koleos se estiran bastante más adelgazándose hasta llegar casi al centro de la compuerta del baúl dejando espacio sólo para el rombo galo, contribuyen al nuevo perfil de la marca y desde atrás igualmente la hacen ver más ancha que los 1,843 metros que en realidad mide.

Prácticamente seguro, especialmente, el mejor funcionamiento,  y la longevidad que han caracterizado a los Renault desde el lanzamiento del Logan hace más de 10 años , los mejores niveles en la historia de la marca (siempre he creído que la calidad japonesa de Nissan aportó) de lo que por fortuna están impregnados la Duster, y el Sandero con el Fluence y Mégane III; se ha demostrado en las experiencias de los usuarios y las pruebas de larga duración que hace la prensa especializada en Europa.

En la lista debe incluirla de hoy en adelante a la segunda generación de la Koleos si sus necesidades apuntan al espacio, la buena marcha, seguridad y confort por el generoso equipamiento de serie y en la versión »top» (donde no tiene nada que envidiar a las intermedias de »marca»), y si le interesa proyectar imagen por el tamaño superior al de las SUV compactas, y con la nueva identidad de Renault  que ya en Europa identifica al Mégane IV y al espectacular sedan Talismán que reemplazó al Laguna III desde 2016.

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