El perdón: la llave para abrir la puerta de la paz, la reconciliación y la superación
Por: Keren Zuleta y Maria Inés Marcelo, comunicadoras Comunitarias del Barrio Divino Niño en el Municipio de La apartada y el corregimiento Versalles en el municipio de San José de Uré.
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El barrio Boston de la ciudad de Cartagena es un lugar con una gran problemática de vulnerabilidad, donde los problemas sociales y económicos forman el día a día de sus habitantes; teniendo que someterse constantemente a los atracos, peleas entre pandillas, drogadicción y pobreza.
A pesar de estas circunstancias. algunos de sus habitantes están transformando su entorno a través de la Fundación Amanecer y el Programa ANDA, quienes están desarrollando pequeñas acciones que han generado grandes cambios a través de su tres componentes: Psicosocial, Ambiental y Generación de ingresos; los cuales han fortalecido el tejido social y el sentido de pertenencia, dándoles la oportunidad de perdonar.
Casos muy puntuales, cómo los de Clarinda Urrego y Diana Narváez, que han aplicado todas estas herramientas, ayudándolas a empoderarse de tal forma que cada una de ellas ha creado unidades productivas en sus hogares.
En el caso de Clarinda Urrego, su iniciativa va dirigida principalmente a la confección de prendas de vestir a la vez que hace un gran aporte ambiental, ya que con sus retazos de tela elabora diversos tipos de artesanías cómo sandalias, bolsos, tapetes y accesorios para el cabello. Esta iniciativa ha mejorado la calidad de vida de su familia.
Diana Narváez es otra mujer emprendedora. Ella, a través de su miscelanea contribuye a los ingresos de su hogar, permitiendoles desarrollar habilidades de comercialización y ayudandoles a que no sea tan dependiente de su esposo, y a descubrir que cuenta con las capacidades para aumentar su autoestima.
Estas mujeres son ejemplo de superación y resiliencia, enseñándonos que a pesar de las adversidades siempre existirán personas dispuestas a ayudarnos ya mostrarnos que a través del perdón se logra obtener paz, esperanza, basándonos en los principios de amor y reconciliación que Dios nos enseñó.
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