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Manjarrés es un artista efusivo, dice lo que se le viene a la cabeza sin andar pensando en diplomacias. "No me había dado cuenta de lo importante que era ganarse un Congo hasta que me lo gané".

Porque tan pronto se lo ganó, cambió su agenda. Está que se habla, porque "El amor de mi sabana" fue la canción que le abrió las puertas del premio y muchos lugares que ahora lo reciben para felicitarlo, no siempre tuvieron la misma disposición.

"En mi carrera profesional he tenido tres acordeoneros: Juan Mario De La Espriella, Franco Argüelles y Sergio Luis Rodríguez (este último no tiene más de 21 años) y es con Sergio Luis con quien he tenido estos triunfos. Fíjate que nos van a entregar el disco de oro por "Imbatible"".

Sergio Luis, a su lado, también hace cara de emoción. Porque piensa concursar en el Festival Vallenato y su participación no va a ser ajena a la agrupación que tiene con Peter. De hecho, Manjarrés habla de su entrada a la competencia para ser rey vallenato profesional, como si él mismo fuera su manager. "Si Sergio Luis no ensaya, no concursa, porque tiene que estar a la altura de una competencia que exige otro tipo de toque en el instrumento".

Pero, Sergio Luis va a concursar, claro. Ya fue rey infantil, ya fue rey de reyes infantil, se le escapó la categoría aficionado, así que ha experimentado lo que es perder. "Da tristeza, pero es una vivencia –dice el acordeonero- y se supera".

¿Y si esta vez pierde? la pregunta va para el acordeonero, pero contesta Peter:

"Es que nosotros, que sabemos ganar, también sabemos perder. Si perdió Juancho Rois, si perdió Emiliano Zuleta, se presentó El ‘Morre’ Romero y ahí sigue".

Sergio Luis asiente y agrega: "Conozco los dos estilos, el comercial y el tradicional. Pero, esto será como con los futbolistas, si no entrenan pierden la forma. Y de aquí al Festival el trabajo principal será coger esa forma para interpretar".

¿Cómo fue participar en el Festival de Orquestas y Acordeones?

Competimos con Poncho Zuleta, Iván Villazón y Jorge Oñate, los grandes. Ganarles a ellos en competencia es como un sueño convertido en realidad. Es como un voto de apoyo a los artistas de la nueva generación.

Sí, un triunfo de "la nueva ola"…

Es que no han entendido todavía que la "nueva ola" vallenata es una cosa de generaciones, no es un rompimiento, es un relevo, porque siempre habrá jóvenes que harán la música al estilo. Cuando los grandes empezaron, ellos también fueron nueva ola.

Y cómo sintió la tensión de la tarima

Concursamos con tres canciones. Había jurados del exterior que nunca conocimos, pero nos dieron el premio. Todo estaba dado, nos tocó un buen horario y la canción "El amor de mi sabana" era un himno del carnaval. Me gustó el reglamento, en un concurso como ese uno no se puede poner a saludar a nadie, nada de: "Allá mi compadre…"

¿Había soñado con ganárselo?

Pues, el año pasado ganó Iván Villazón, yo quedé de tercero. Esta vez se dio. Estábamos con la disposición.

Vuelve a sonar el teléfono y, esta vez, Manjarrés dice que tiene que contestar porque es urgente. Entonces Sergio Luis retoma la palabra:

"Desde que estábamos el hotel, antes de ir al escenario, estabamos entrando en el espíritu del carnaval. Uno va imaginando cómo va a ser la presentación desde cuando se viste. Me concentré en lo que íbamos a hacer. Y me inspiró un hermano que tengo en el cielo, que se me murió. Cuando llegamos al escenario sentí la tensión, porque no estábamos compitiendo con cualquiera. Pero cuando oía al presentador decir:"Ya viene Peter Manjarrés" y los aplausos, me tranquilizaba. Y cuando salimos a la tarima y vimos a tanta gente con los afiches nuestros, de "Imbatible" (el disco), me sentí como si fuéramos RBD".

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