Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Frente a las playas de Riohacha se llevan a cabo las eliminatorias del Festival Francisco El Hombre, que elegirá hoy al mejor cantante y mejor acordeonero, entre 13 agrupaciones de vallenato contemporáneo que fueron seleccionadas para participar.

En la competencia quedan cuatro competidores: Jorge Mario Peña, que anoche obtuvo 94 puntos, la calificación más alta de los ocho conjuntos que peleaban por un lugar en la final. Le siguieron, en orden: Carlos Mario Zabaleta y Julián Mojica, con 93,6 puntos; Héctor Arturo Zuleta y Luis José Villa, con 93 y Martín Elías Díaz y Rolando Ochoa, con 91. Están, pues, el hijo de Poncho Zuleta contra el hijo de Diomedes, así como el vallenato fusión de Carlos Mario Zabaleta (que a veces tiende a coquetear con el tropipop) y el alegre cantante que quedó en primer lugar.

Esta noche volverán a medirse en el escenario y los puntajes serán definitivos.

De la noche que pasó podría decir que la diferencia con el Festival Vallenato es grande, no solo por el sistema de preselección que tiene el Francisco el Hombre, sino porque uno ya está acostumbrado a ponerle la atención al acordeonista. Y aquí se estaba evaluando el conjunto. Los puntajes se conocían pocos instantes después del paso de cada concursante, cosa que me pareció interesante. No restaba suspenso, más bien, lo multiplicó por ocho momentos, en los que uno estaba pendiente de ver las calificaciones.

Puedo decir que a la final llegaron los que eran, a juzgar por la segunda ronda. Pero no quedé muy conforme con el orden (la opinión del jurado es respetable), pero, no se si fue mi ubicación o qué. Pero en la zona de prensa, la voz de Jorge Mario Peña casi nos hace estallar los oídos a varios. La puesta en escena de este cantante, que vine a ver por primera vez aquí, es chévere, se mueve bien, maneja el público, pero algo se trae con el micrófono, que nos tocaba casi taparnos los oídos en algún momento. Quizás por eso nos sorprendió el primer lugar. El jurado no estaba tan cerca, quizás por eso no sintió ese mismo efecto.

 

A Carlos Mario Zabaleta lo conocí por teléfono en la antesala del Festival, muy agradable su música. Demasiado diferente de la que traían los otros, pero válida. Me gustó su interpretación, pero no tanto como la de Hector Arturo Zuleta y Luis Villa, algo me dice que Zuleta tiene la madera para hacer una larga carrera. Tiene un manejo chévere del escenario, sin necesidad de saltar o hacer monerías como otros, sabe encantar. De la voz ni hablo, porque en el mundo en el que se desenvuelve, se sabe que su herencia está completita. 

De  Carlos Mario Zabaleta me gustó, ya fuera del escenario, que bajara a la zona de prensa a saludar a todas las personas que estaban sentadas allí. Aprovechó bien el momento para dar declaraciones, cosa que para un artista que está consolidando su nombre, es muy positivo. No todos lo hicieron y era esa era la oportunidad para conseguir un poco más de visibilidad. No me convenció su versión de Mírame fíjamente, la hizo demasiado igual a la de Vetto Gálvez. Pensé que era solo impresión mía, pero después llegó alguien más que me dijo: «Yo pensé que habían traído a Vetto Galvez».

Atrás quedaron competidores como el guajiro Omairo Bueno, o el Mono Zabaleta que no sé de dónde sacó un baile al que bautizó «el paso de la motosierra» que al menos a dos personas que estaban conmigo nos dejó medio perplejas, por el nombre, que no nos trajo buenas connotaciones.

Después siguió la presentación de Peter Manjarrés. Lo ví más festivo que nunca, animó a los concursantes con sus palabras, diciendo que entendía que competir los ponía nerviosos, de paso reconoció el papel de La Guajira en el nacimiento de las músicas de acordeón.

Esta noche es la final, los cuatro concursantes medirán voces y acordeones de nuevo y al cierre se hará el concierto de Pipe Peláez, que junto con Peter y Silvestre, se disputa el premio de álbum del año 2008, por su trabajo musical. El resultado de este premio también se conocerá en pocas horas. 

 

Compartir post