El rey de reyes pondrá su corona a los pies del Santo Ecce Homo
Para ser rey de reyes, hay que ser antes rey vallenato. Y Hugo Carlos Granados lo era desde 1999. Durante las rondas eliminatorias estuvo siempre en el primero o segundo lugar. Y se coronó con el apoyo unánime del público.
A los 5 años, Hugo Carlos, hijo del compositor y técnico de acordeones más respetado de la región, Ovidio Granados, ya estaba tocando el acordeón. A los 13 era ya rey infantil (1980). Después obtuvo las coronas de rey aficionado, rey de reyes aficionado (1997) y rey vallenato profesional. Ahora celebra su quinta corona, la que solo han alcanzado dos acordeoneros antes que él: Nicolás ‘Colacho’ Mendoza y Gonzalo ‘El Cocha’ Molina.
Para obtenerla, Hugo Carlos, que tiene el conjunto musical Los Playoneros de Hoy, venció a 18 reyes vallenatos más en una contienda en la que las armas eran la puya, el son, el merengue y el paseo, los cuatro aires vallenatos. Entre los contendores estaba su hermano Juan José (rey vallenato 2005).
Además de la corona, Hugo Carlos se declara agradecido con Dios por el milagro de estar recuperándose de un accidente que sufrió en el 2001. “Viajé a Santa Marta a tocar -recuerda- y cuando regresaba al hotel nos accidentamos. Sufrí un traumatismo en la médula espinal. Quedé inválido. Dios que no permitió que me pasara nada en el brazo, la cabeza y los dedos para que pudiera seguir tocando”.
Y por eso, no deja de asistir a la iglesia La Concepción, de Valledupar. “Iba a la iglesia desde antes –recordó el nuevo Rey de Reyes-. En el momento del accidente le pedimos al Santo Eccehomo. El padre Pablo, director de la diócesis, me invitó a brindarle algo de mi trabajo al Señor y acepté. Por eso pertenezco al coro de la Imaculada Concepción. Hago presencia con mi acordeón, tenemos un coro, asisto cada vez que puedo a las misas”.
Por lo mismo, una de las primeras promesas que Hugo Carlos piensa cumplir tiene que ver con el patrono de Valledupar y la Virgen del Rosario:
“Muchos asistentes a la iglesia y la comunidad hicieron promesas. Entonces, a raíz de la corona, voy a dejarla a los pies del Santo Ecce Homo durante unos días. Luego la llevaremos a la Virgen del Rosario, por otros días también. El día del Santo es el lunes, así que puede ser este mismo lunes, en la misa de las 6 p.m. Así que invitaré al pueblo vallenato a que me acompañe a dedicarle este triunfo. También a celebrarle la misa a la Virgen cuando vaya a entregarle la corona”.
Lo único malo y diabolico de este asunto es que la religión se esta llevando lo mejores acordeoneros, Bolañito, El Pangue Maestre, Hugo Carlos Granado y otros más que no recuerdo. Deberian de prohibir la religión en Colombia, con el tiempo no vamos a tener grandes acordeoneros.:-)
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Hola Liliana, te felicito por tus artículos. Estoy de acuerdo con tu concepto. Te admiro tanto que he subido varios de tus artículos a http://vocesyacordeones.com
La verdad es que no se debe desmeritar el triunfo de Hugo Carlos Granados. Yo lo que si pienso que se privó a Valledupar de una gran final si hubiesen estado Omar Geles, Saul Lalemand, Harold Rivera, Julio Rojas.
Pienso que la estrategia de no llevar favoritos a la final es para evitar desordenes como los ocurridos cuando ganó Colacho Mendoza a Alejandro Durán.
Creo que no se le debe quitar méritos a los finalistas tampoco. Lo que toca de ahora en adelante es respaldar al nuevo Rey gustenos o no, pues debemos sentirnos orgullosos ante Colombia y el mundo de nuestra fiesta folclórica, además, tener a un pueblo 100% contento es tan fácil como alinear una docena de micos en fila.
Un abrazo y sigue escribiendo.
Nelson Armesto Echavez
Director VocesyAcordeones.com
Email: vocesyacordeones@gmail.com
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Mi querida Liliana, me sumo a su concepto impecable sobre los merecimientos del nuevo rey de reyes; discrepo de su vecino Naín, por cuanto creo que todos los reyes tienen mérito pero uno tenía que ganar y no necesariamente Geles ni Lellman, triunfo el que era y punto. Dejar de ensuciar el festival con tendencias debe ser una propuesta seria.Muy amable, mi dama y felicitaciones por sus conceptos.
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