Es ilógico pensar que las Farc van a entregar las armas. Que se vayan a rendir ante el Estado. Si eso fuera así, no habría negociaciones. Solo habría una fila de guerrilleros entregando sus armas y nada más.

Hay que ver la historia. Cuando el M-19 estaba en el proceso de paz, varias veces le enviaron cartas al presidente Virgilio Barco diciéndole que ellos necesitaban una seguridad propia cuando se desmovilizaran.

Una de esas cartas la hicieron pública cuando estábamos en Santo Domingo, Cauca, en donde se habían concentrado los guerrilleros del M-19 para pasar a la vida civil. Pensé que ya eran demasiados los llamados en ese sentido y entendí que los guerrilleros querían dejar a un buen grupo de sus hombres armados.

Por eso, en la rueda de prensa que dieron el M-19 y el Gobierno ese día, anunciando un nuevo acuerdo, en el que no se hablaba siquiera de la carta del M-19, decidí preguntarle seriamente a Carlos Pizarro, comandante del M-19, si estaban dispuestos a entregar las armas. Si no era una treta para hacer la paz y seguir con sus hombres o por lo menos con algunos de ellos, armados como ‘escoltas’.

Le hice la pregunta y me contestó con evasivas. La volví a hacer y lo mismo. La hice cuatro veces y él respondía con esa manera que tenía de hablar muy bonito pero que a la final no concretaba nada cuando no quería hacerlo.

Le pedí a unos de mis colegas que hicieran la pregunta. Una de ellas lo hizo y él la evadió otra vez. Pero al final, la periodista que dirigía la rueda de prensa dijo que si alguien quería preguntar algo más. Volví a levantar la mano. Pizarro me miró, lo pensó unos segundos y antes de que yo dijera algo, me dijo: ‘Le voy a contestar su pregunta. El M-19 dejará las armas’.

Gracias. Era lo que quería saber, le dije. Y entendí. Una cosa es entregar y otra dejar las armas. La entrega, para la guerrilla, es derrota. La dejación no. Y fiel a su palabra, el M-19 dejó las armas en manos de una comisión internacional, como un mensaje al país de que no estaban derrotados, pero que también se comprometían a no volver a utilizarlas en contra del Estado. Luego, la comisión internacional las fundió.

Después, en marzo de 1990, llegué al campamento de Santo Domingo, Cauca, y lo primero que escuché fue una abrumadora balacera que en principio me inquietó. Pero todo allí se veía normal. Me fui siguiendo el sonido de las detonaciones y encontré a decenas de guerrilleros, boca abajo contra el monte, disparándole a la nada. Habían decidido quemar sus últimos cartuchos. Varios periodistas recogimos muchas vainillas que nos significaban paz, no guerra.

Después, formados todos, y Carlos Pizarro al frente de ellos, fueron dejando sus armas sobre la mesa, todas con una bandera de Colombia en el cañón, en manos de una comisión internacional.

No había uno solo de los representantes del Gobierno. El último en dejarla fue Pizarro. Sacó su pistola, gritó vivas a Colombia y a la paz, dejó su arma y se marchó.

Algunos de los periodistas lo seguimos y él se metió en uno de los cambuches y observamos cómo se abrazó a su pareja, y se pusieron a llorar los dos. Tal vez él sabía que se jugaba la vida por ese gesto de paz. Como en realidad lo fue. En abril lo asesinaron, cuando era candidato presidencial y tenía a su favor a miles, no sé si millones, de colombianos que lo estaban apoyando, por haber dado ese paso a la institucionalidad.

Tal fue la reacción de los colombianos frente a la desmovilización del M-19, que eligieron a 19 miembros de la AD M-19, el partido político que conformaron, como miembros de la Asamblea Constituyente. Fue un premio a su gesto de paz.

Por eso es que hoy hay que entender que una cosa es entregar las armas y otra dejarlas. Por eso es que las Farc dicen que no entregarán las armas. Pero al final del proceso, si se llega a un acuerdo de paz, las dejarán, como la demostración de que, desde ese momento, lucharán por sus intereses, pero por la vía política, no la armada.

Otros enlaces: 

Vea aquí el acto de dejación del armas del M-19, el 9 de marzo de 1990 (Fuente: Fundación Carlos Pizarro Leongómez)

Página oficial de la mesa de conversaciones entre el Gobierno y las Farc

¿Qué pasaría si las Farc se desmovilizan?
¿Y qué vamos a hacer sin guerrilla?
Las Farc no van a decir lo que queremos oír
La paz necesita pueblo

 

Twitter: @VargasGalvis