Una de las grandes tendencias empresariales en la actualidad ha sido el cuidado medioambiental y la apuesta por nuevos modelos de negocio sostenibles. En un entorno cada vez más competitivo, los grandes líderes empresariales han entendido la importancia de generar un impacto positivo en el planeta a través de nuevos procesos o políticas de producción, distribución y consumo. Lo anterior no solo se limita a un gesto amable con el medio ambiente, sino que trae consigo resultados de crecimiento económico a futuro para las organizaciones.

El sector tecnológico no ha sido ajeno a esta transición. Hoy, implementar las estrategias de sostenibilidad como cumplimiento regulatorio o gubernamental, se ha convertido en un tema que está en los primeros lugares de la agenda, en una industria que genera el 7 % de la contaminación global, según cifras oficiales.

Esta tendencia es también una de las prioridades actuales de los consumidores que se preocupan por la relación que tienen las compañías con el medio ambiente.

Recientemente, se han fortalecido estrategias en las que las empresas de tecnología calculan el valor de las emisiones de carbono que podrían generar los dispositivos en un cierto periodo de tiempo. De esta forma, los compradores pueden tener la oportunidad de apoyar a través de contribuciones económicas, a diferentes proyectos de generación de oxígeno auspiciados por la ONU, centrados en la restauración de bosques, la generación de energías limpias o el uso de biomasa.

Así, las personas pueden adquirir productos informáticos compensados en CO2 para todo el ciclo de vida, mientras que contribuyen en el de desarrollo sostenible de las comunidades con la mejora de la calidad del aire y el agua, de los ingresos, el cuidado de la salud y la reducción del consumo y de energía.

La sostenibilidad se está convirtiendo en un factor crucial dentro de la competitividad de los mercados actuales y es el centro de la discusión de las organizaciones que, con las limitantes económicas de hoy en día, han buscado nuevas ofertas de materias primas e insumos para reducir sus costos operativos y aumentar la eficiencia operacional.

De otra parte, las apuestas del sector también se han trasladado al desarrollo de sofisticados computadores sostenibles. Aluminio reciclado en un 70 %, cuero vegano PET y embalajes ecológicos renovables y compostables son, por ejemplo, algunas de las innovaciones actuales del mercado. La importancia recae en que el uso de estos y otros tipos de materiales no ha limitado la capacidad, confiabilidad y durabilidad de los equipos y ha permitido apostarle a nuevas materias primas en un periodo en el que el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) advirtió que el planeta comenzará a declinar sus niveles de calidad de vida para el 2030, debido a la explotación de recursos naturales.

El reciclaje y la reutilización de materiales ya no son prácticas lejanas, pero tampoco son las únicas para trazar el camino de la sostenibilidad en las empresas. Son múltiples las prácticas, procesos y estrategias que ya han pintado de verde a millones de organizaciones a nivel mundial, incluidas las tecnológicas.

Esta tendencia ha sido un catalizador para impulsar los procesos creativos y de innovación en las compañías, y potencializar nuevos modelos de negocio. Ante su auge, podría convertirse, en un corto periodo de tiempo, en una variable que incline la balanza en favor de una u otra marca.