La más reciente crisis sanitaria que se apoderó del planeta trajo consigo una serie de trasformaciones tecnológicas a gran escala que permitieron dotar de nuevas herramientas a diferentes sectores, entre ellos, el de la educación. A pesar de que el paso de la presencialidad a la virtualidad fue repentino, la tecnología logró establecerse como una herramienta apta y completa para el aprendizaje inmersivo de niños, niñas y jóvenes.
El más reciente informe Digital 2022 de Hootsuite y We Are Social determinó que, en el año 2022, más del 63 % de la población mundial hacía uso del Internet, lo cual se traduce en 5.000 millones de usuarios y dispositivos desde donde se realiza la conexión.
El uso de la tecnología en la educación ha sido un factor clave para fomentar la autonomía de los estudiantes, mejorar la creatividad a través de nuevos procesos y flexibilizar la pedagogía por medio del acceso a múltiples contenidos o programas. Y es que generar familiarización es ahora una de las grandes apuestas que debe priorizar la educación, pues con el auge digital actual, los perfiles profesionales que son prioridad para los reclutadores de las organizaciones y compañías, son personas que estén a la vanguardia tecnológica con el fin de aumentar la eficiencia en los procesos, integrar distintas áreas de trabajo y generar mayor productividad.
A pesar de que la cifra del informe apunta a un pronóstico positivo para este año y espera reflejarse en un crecimiento exponencial, son millones las personas que aún no cuentan con acceso a la tecnología para el desarrollo de sus actividades pedagógicas en las zonas rurales o apartadas de las grandes ciudades.
Para ello se han venido desarrollando diversas iniciativas que buscan dotar de dispositivos y conectividad al campo para generar, desde las tempranas edades, una alfabetización tecnológica que permita brindar a niños, niñas y jóvenes nuevas oportunidades para su futuro. Se trata de proyectos que tienen como objetivo permitir el acceso a herramientas para potencializar sus competencias digitales y audiovisuales, fomentar la interacción entre personas e incrementar la motivación; lo anterior, como un punto clave para permitir un mejor futuro.
En Colombia el panorama aún es sombrío para algunas regiones pues menos del 50 % de los hogares en departamentos como Magdalena, Bolívar, Cesar o Arauca no cuentan con acceso a Internet, según cifras del DANE. Uno de los grandes retos que tiene la tecnología en el país es llegar a las zonas apartadas, rurales y en donde la educación aún flaquea por la carencia de estas herramientas en el contexto de un mundo interconectado.
La apuesta que se sigue logrando, a través de diversos proyectos de dotación de tecnología a diversas instituciones educativas poco favorecidas de Colombia está permitiendo que la brecha digital continúe disminuyendo y que la población joven del país pueda tener una mayor calidad en su enseñanza, un mejor acceso a los recursos pedagógicos sin necesidad del desplazamiento y un mayor desarrollo del pensamiento crítico.
La educación es un proceso formativo fundamental en la vida de todo ser humano y la importancia de que esté en línea con los nuevos avances y requerimientos del mundo actual permite no solo impulsar a los niños, niñas y jóvenes en su proyecto de vida, sino prepararlos para afrontar un mundo en donde la tecnología tiene cabida en múltiples procesos del día y a día y es clave para el desarrollo de los negocios y los países.