Por un momento quisiera que se imagine regresando a casa después de un largo día de trabajo. Manejando su vehículo particular, en plena hora pico, decide frenar en seco ante un cambio abrupto en el semáforo, cuando de repente escucha un fuerte golpe en un costado de la carrocería…acaban de estrellarlo y, a partir de ese momento, su cabeza solo piensa en que inició toda una odisea. Pero si le contara que la tecnología está permitiendo mejorar la eficiencia en el tráfico y otros factores clave en las ciudades, convirtiéndolas en inteligentes, ¿qué pensaría? Seguramente a qué me refiero con inteligente y cómo la tecnología y la inteligencia artificial pueden estar inmersas dentro de diferentes aspectos del día a día. Por eso, en el marco del mes de la Innovación, quiero poner sobre la mesa cómo se están comenzando a transformar las ciudades a través de la realidad virtual y la conectividad a todo nivel para hacerlas mucho más rápidas, seguras y eficaces.

En ciudades tan grandes y pobladas como Bogotá, Medellín o Cali, cualquier accidente puede convertirse en un caos para el flujo vehicular. No obstante, la tecnología ahora está siendo capaz de identificar y procesar información con gran agilidad para que, en el momento exacto que un incidente vial ocurra, las autoridades puedan ser alertadas y tener presencia inmediata en el lugar. La clave de todo este proceso es la computación de borde, llamada así porque procesa los datos en el mismo lugar donde se generan y no tienen que viajar a grandes centrales para ser analizados.

Pero esto no solo está siendo clave para el tráfico vehicular. Está permitiendo, por ejemplo, que los clientes que frecuentan supermercados y grandes tiendas de alimentos puedan elegir las mejores opciones de compra de una manera más cómoda. En la ciudad de Barcelona ya se está haciendo uso de implementos tecnológicos como gafas de realidad virtual que, con la ayuda de cámaras, están capturando todo tipo de información alrededor de los compradores. Por medio de redes de 5G las personas puedan tener información de los productos que están comprando, en tiempo real: ¿de dónde provienen?, ¿su precio es razonable?, u otra información general del producto. Esto es algo que, sin duda, está transformando la experiencia de compra.

Por otro lado, esta computación de borde contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad visual. Por medio de la realidad virtual, por ejemplo, se permite la identificación de varios objetos en el entorno para alertar cuando una luz de semáforo haya cambiado a verde y las personas puedan cruzar sin riesgos de sufrir algún tipo de accidente.

La clave de esta tecnología es que está procesando cada vez más información en tiempo real, haciendo que la toma de decisiones y la eficiencia en diferentes aspectos de las ciudades sea cada vez mayor. Y es que la computación de borde en América Latina vislumbra un crecimiento exponencial pues, para 2024, su tasa de crecimiento compuesta anual alcanzará los USD$ 8.573 millones, según la firma especializada IDC.

Las ciudades del futuro serán grandes centros de análisis de datos mucho más rápidos que no solo brindarán la oportunidad de mejorar el tráfico vehicular, las experiencias de compra o el apoyo a personas convalecientes; se trata también de una herramienta de seguridad que permitirá a los gobiernos y las autoridades identificar rostros e identidades en cuestión de segundos, alertar a los altos cargos o las centrales de seguridad sobre una posible amenaza y robustecer la seguridad de manera considerable, haciendo mejor y más cómoda la vida de los ciudadanos.