Desde los años 80’s, los teléfonos móviles ya comenzaban a jugar un papel importante en el mundo de los negocios. De hecho, en la película ‘Wall Street’ del famoso director Oliver Stone, una escena pone sobre la mesa la importancia de estos dispositivos para las compañías y el mundo corporativo. Gordon Gekko, un magnate de inversiones en Nueva York, hace una llamada por teléfono a Bud, un corredor de bolsa que se encontraba en su apartamento, para despertarlo y decirle que “el dinero nunca duerme”.
Más de 40 años después del estreno de esta cinta, la tecnología ha demostrado una constante evolución y le ha facilitado la vida a los ejecutivos y empresarios a través de teléfonos móviles con nuevas características, impulsando la eficiencia y productividad en el mundo corporativo. Es más, una de las principales compañías que produce y comercializa telefonía para el segmento B2B ya ha reportado un crecimiento interanual de 58 % en el último año.
¿Recuerda esos tiempos cuando proyectar archivos y presentaciones desde el celular era un dolor de cabeza? El famoso cuento de cargar un sinfín de cables o memorias USB para llevar todos nuestros archivos a cualquier lugar ya ha quedado obsoleto; de hecho, con el fortalecimiento del trabajo híbrido, se ha impulsado la necesidad tener una ‘oficina en el bolsillo’ desde donde se respondan correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas con mayor rapidez y facilidad de lo que se haría desde un smartphone corriente, lo que ha fortalecido el mercado de teléfonos móviles para el sector corporativo, en aras de satisfacer las nuevas exigencias en los negocios y aumentar la competitividad.
El uso de los smartphones en escenarios laborales ha sido una tendencia en crecimiento en los últimos años. Estos dispositivos, a comparación de los de uso diario y personal, han comenzado a tener una mayor utilidad por su portabilidad facilitando el desarrollo empresarial y mejorando la experiencia tanto de empleadores como de colaboradores, lo que concede grandes beneficios para el cumplimiento de los objetivos y la eficiencia de las organizaciones.
Una de las grandes ventajas del smartphone corporativo, que está marcando la diferencia con los celulares del común, es la ciberseguridad. Estos dispositivos han sido diseñados para proteger los datos y las plataformas móviles de las empresas brindando una protección integral gracias a diferentes sistemas de defensa con inteligencia artificial y procesos de fabricación controlados. Ya es una realidad que con estos teléfonos se consolida una protección de datos más confidencial frente a amenazas, tras la integración del hardware, el firmware y el software de los dispositivos.
Con el ánimo de impulsar la productividad, estos dispositivo son fáciles de usar y permiten ser sincronizados con computadores para integrar plataformas, compartir imágenes, textos o archivos con tan solo arrastrar y soltar, además de poder conectarse a un televisor para proyectar cualquier tipo de presentaciones o realizar videoconferencias, esto a través de conexión por cable o WiFi. Cámaras web más avanzadas y con inteligencia artificial para videollamadas, notificaciones unificadas con Windows y mayor carga de batería hacen que esta telefonía ahorre múltiples tareas que antes solían ser más tediosas.
Como si fuera poco, han sido diseñados para vivir el trote del día a día al contar con estándares militares de resistencia y certificación, y al ser elaborados con materiales que no solemos conocer en el día a día en un celular: aramida y aluminio aeronáutico.
Actualmente, los dispositivos celulares nos permiten mantener una comunicación instantánea rompiendo las barreras de tiempo y espacio y son un elemento indispensable para la conectividad que establecemos a diario con las personas. Sin embargo, su uso también ha ganado importancia en el terreno empresarial, siendo una tecnología fundamental para la interconectividad entre equipos de trabajo y clave para el éxito operacional.
Aún hoy el dinero nunca duerme, pero las personas en el mundo empresarial sí, gracias a los smartphones corporativos que son una ‘oficina en el bolsillo’.
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