El ingreso de la tecnología en la vida cotidiana, ha acercado a los trabajadores a la idea de despedirse de la rutina de atravesar la ciudad para llegar a una oficina todos los días; el sueño de poder trabajar desde sus hogares es ya una realidad para muchos. Pero aunque el miedo de las empresas al tele trabajo es cada vez menor, todavía hace falta derribar algunos obstáculos. ¿Estamos preparados?
Cada vez hay más organizaciones que ofrecen a sus empleados opciones de flexibilidad laboral y entre ellas, la posibilidad de trabajar desde casa. Esta modalidad, que ha venido adquiriendo adeptos, ha demostrado ser una estrategia exitosa para las empresas. Para muchas, la idea de no tener que aumentar su planta física e instalaciones y de esa manera tener otras oportunidades de crecimiento y expansión aprovechando las bondades de la tecnología, es algo que vale la pena indagar. Lo cierto es que una organización que se pueda preciar de contar con tele trabajadores, no estará nunca limitada por el espacio de un edificio.
Igualmente, para otras empresas que han adoptado el tele trabajo la reducción en costos se vuelve atractiva. Los gastos en servicios, mantenimiento y muebles disminuyen considerablemente y hacen de esta modalidad de trabajo una opción muy rentable, sin embargo, es necesario asegurarse que sus trabajadores tengan las condiciones necesarias y suficientes para realizar el trabajo desde sus hogares.
Pero, de lejos, la mayor ventaja del tele trabajo es que tiene un impacto muy positivo en la calidad de vida de los empleados. El reto que naturalmente encuentran muchos trabajadores al intentar balancear su vida laboral con su vida personal, se vuelve mucho más manejable para quienes tienen la posibilidad de atender sus obligaciones laborales sin descuidar a sus seres queridos, dentro de un ambiente de autonomía y responsabilidad.
El otro gran beneficiado es el medio ambiente. Al reducir los desplazamientos que tendría que hacer un empleado, la empresa está reduciendo indirectamente el impacto del desplazamiento de los automóviles sobre el aire de la ciudad, agregándole la posibilidad de aprovechar esa gran cantidad de horas que exige el desplazamiento en actividades mas provechosas.
Este gran cambio no se trata simplemente de eliminar las oficinas físicas, una de las dificultades que representa esta transición tiene que ver con la forma en la que las relaciones laborales están planteadas en las empresas. La filosofía del trabajo en equipo colaborativo y la autonomía, encuentra dificultad para asentarse en culturas, como la nuestra, acostumbradas a una estructura vertical en la que un jefe o patrón supervisa desde arriba todas las tareas a cumplir. Muchos empleados, que dependen de esa presencia constante de un jefe, tienden al desorden y a la indisciplina cuando son expuestos al trabajo a distancia, he aquí uno de los grandes retos a superar.
Aunque el acceso a redes sigue siendo insuficiente, la dificultad mayor en términos tecnológicos radica en la seguridad de la información. Albergar en redes domésticas información empresarial sensible, es un riesgo que todavía no ha sido del todo atendido. Evitar estos riesgos implica, entre otras cosas, el desarrollo de aplicativos y plataformas seguras de trabajo a distancia, que todavía no son muy comunes.
Una implementación responsable del teletrabajo debe considerar que esta modalidad no es para todas las personas o todos los cargos. Para mí, esto trae a la mesa una discusión sobre nuestros hábitos laborales y las relaciones entre empleados y jefes. El tele trabajo nos obliga a potenciar nuestras habilidades colaborativas y la autonomía para mejorar nuestra calidad de vida.
@FDavilaL
Fernando Dávila Ladrón De Guevara
Rector Institución Universitaria Politécnico Grancolombiano