Redacción: Javier Baquero -Crotaurinos
Con un poco más de media plaza del aforo se llevo a cabo el primer festejo de despedida del maestro Rincón en plazas colombianas. Con una presidencia desacertada por momentos, sin cumplirse con todos los parámetros del reglamento taurino nacional se lidiaron tan solo cinco toros, la lluvia acabo con la corrida.
En tarde que comenzó soleada y terminó con un torrencial aguacero la afición tolimense dijo adiós al maestro César Rincón. Se lidiaron cuatro toros de Achury Viejo justos de presentación y de mal comportamiento en general, mansos y caminantes eran los pupilos de la familia Rocha. Se lidio un quinto de la ganadería de Vistahermosa por parte del rejoneador Javier García, pronto a los caballos y justo en su presentación.
El colombiano no conto con suerte con el primer astado de su despedida, un toro parado, sin clase y con la cara a media altura fue el que le correspondió lidiar al torero bogotano. De un pozo seco logró construir tandas de importancia tanto por el pitón derecho con por el izquierdo. Se vio faena donde no había materia prima, lamentablemente lo hecho con la muleta no pudo ser firmado con los aceros, César Rincón alcanzó a escuchar un aviso y vio silenciada su labor.
En el quinto toro de la tarde se rompió el cielo, sin embargo el maestro Rincón frente a otro distraído de Achury construyó una faena meritoria sobre todo por el pitón derecho, voluntad, honestidad y ganas de agradar dejo el maestro Rincón en el ruedo de Ibagué mató de estocada y el público solicitó los trofeos, dos orejas en el esportón y una rápida vuelta al ruedo en medio de un fuerte aguacero.
El festejo fue suspendido a petición de los tres actuantes, ya que era imposible actuar.
El segundo en antigüedad Pepe Manrique, en su primero se encontró un toro caminador, mansote y con malas ideas, se vieron pocos muletazos en pocas tandas, siempre por culpa del astado, voluntad en el bogotano y al final media espada que resultó efectiva.
El más joven de la terna de a pie, Luis Bolívar recibió también en primer lugar a un toro complicado, caminador y distraído, sin embargo con el capote nos dejó saborear la donosura de unas bellas chicuelinas, ya con la muleta construyó una faena importante, tanto con la mano derecha como con la izquierda dejo ver que Bolívar es nuestro mejor torero de exportación. Bolívar muletazo tras muletazo hilvano una faena con conocimiento, el público se le entregó y al final con una espada certera corto las dos orejas de su enemigo.
Por su parte el rejoneador Javier García lidió el primer ejemplar de la tarde, hay que decir que estuvo acertado con los rejones, banderillas y el de muerte, sin embargo no agrupo, el público se calentó y acompaño con las palmas la labor del caballero en plaza, al final el público solicito la oreja, que la presidencia concedió.
INCIDENCIAS
Las incidencias del festejo comenzaron en las horas de la mañana cuando de forma inusual tuvieron que ser loteados los astados en la parte alta de un camión, pues de manera inexplicable la Alcaldía de la ciudad de Ibagué pareciera solo querer recibir dineros por la utilización de la plaza de toros sin invertir ni un solo recurso en las instalaciones del coso tolimense. Los corrales se encuentran totalmente inutilizables.
En el festejo no hubo alguasiles incumpliendo con esto la Ley 916.
Tampoco hubo un puntillero oficial y esta parte del festejo se la tuvieron que alternar varios subalternos.
La música por momentos fue concedida sin tener en cuenta las malas condiciones de los astados. La banda con la lluvia huyo de los tendidos.
Los festejos de despedida del Maestro merecen una mejor suerte y las plazas de toros requieren de propietarios que inviertan en ellas, no solo que las utilicen como taquilla para recoger fondos para las administraciones locales.
No se puede admitir que a las presidencias suban advenedizos que empañen la labor de alguien que si conoce de toros, como en el caso de hoy el "asesor" que acompaño al maestro Jairo Antonio Castro en el palco alto.
Finalmente, hay que decir que el banderillero Manolo Ordúz recibió un fuerte revolcón en el tercer toro de la tarde al entrar a colocar un par de banderillas sin consecuencias para el torero de plata.