Tal vez muchos de los que se dicen llamar “Antitaurinos” nunca han tenido la oportunidad de ver de primera mano, todas aquellas cosas que se promueven con los dineros que generan los espectáculos taurinos. Hoy los toreros visitaron en Hospital Universitario de la Cruz Roja Rafael Henao Toro y pudieron palpar de primera mano lo que con su trabajo se está construyendo.
Nunca había tenido la oportunidad de acompañar a los toreros que participan en la Feria de Manizales a las instalaciones del Hospital Infantil, obra que subsiste y se engrandece con los fondos que genera la temporada taurina de la capital del departamento de Caldas.
Sebastián Castella, Andrés de los Ríos, Sebastián Palomo Danko y el Maestro Enrique Ponce acudieron a la cita en la cual los directivos de la Cruz Roja querían agradecer su colaboración con el Hospital y estoy seguro que la gratitud parte ahora de los toreros, no hacia el Hospital sino hacia los niños que los recibieron. Los toreros pasearon por los diferentes pabellones, visitaron a los infantes en sus habitaciones, pero tal vez la parte que más conmovió a los visitantes fue el pabellón de oncología pediátrica Alejandra Vélez Mejía, quizás uno de los lugares que quedara gravado en el corazón, porque allí pudieron compartir por breves minutos con los niños que padecen cáncer, algunos de ellos ya en etapa terminal.
El maestro Ponce acompañado de Adriana Eslava pasearon cama por cama el pabellón brindando una voz de aliento y una sonrisa. El torero de Chiva se vio muy conmovido con lo que estaba viendo y demostró interés por los procedimientos y tratamientos que reciben los infantes en el Hospital.
Hoy llegue a la conclusión que tal vez muchos de los que se dicen llamar “Antitaurinos” nunca han tenido la oportunidad de ver de primera mano, todas aquellas cosas que se promueven con los dineros que generan los espectáculos taurinos. Ellos dicen que no se puede justificar que para ser una obra de caridad se realicen las corridas de toros, y eso quisiera que se lo explicaran al pequeño “Juan David”, quien espero a portagallola a los diestros, luego se tomo innumerables fotos con ellos y finalmente recibió clases de tauromaquia de manos del Maestro Ponce. Para los niños los toreros no son solo toreros, son héroes, héroes silenciosos cuando actúan en la plaza para general dineros para el Hospital, y héroes emulables cuando hacen el paseíllo por el borde de las camas del Hospital.
Hoy los ojos se aguaron, hoy el corazón palpitó más de prisa, hoy supe que mi afición por los toros coadyuva para que muchos otros colombianos puedan tener una esperanza de vida, vida que está en mis manos, en las de los toreros y si ellos lo quisieran, en manos de aquellos que se hacen llamar “Antitaurinos”.