Redacción: Javier Baquero – Crotaurinos
Con pobre asistencia en los tendidos y en una tarde fresca, se cumplió la primera corrida de la temporada de la capital del departamento de Antioquia. Ocho toros se lidiaron y sólo una oreja se corto por parte del representante del arte de Marialba. Cristóbal Pardo perdió los trofeos por culpa de la espada.
En el inicio de la feria de la ciudad de Medellín, lamentablemente el público no acudió, dejando vacio más de tres cuartos del aforo. Se lidiaron astados bien presentados, de buen juego en general, de la ganadería de Santa Bárbara de propiedad de Don Carlos Barbero, cuatro de ello fueron aplaudidos en el arrastre. Igualmente saltaron al ruedo dos pupilos de la ganadería de Dosgutierrez, estos bien presentados y de condiciones optimas para el toreo a caballo. Más el segundo que el primero.
El cartel para esta larga corrida lo conformaron Hernán Ruíz – El Gino quien únicamente fue anunciado en Medellín, sin poder actuar en las demás ferias de la capital colombiana; Cristóbal Pardo, torero caldense que el año pasado indultara un toro en esta misma plaza; el bogotano Ramsés Ruíz triunfador en la capital colombiana y la novedad en el rejoneo el joven portugués Joao Moura hijo.
Joao Moura, en su primero se encontró con un negro astado de Dosgutierrez que le permitió el temple, logro colocar dos rejones de castigo, tres banderillas cortas y rosas, siempre en la parte más alta del morrillo. Lucio con Benfica, toreando de costado y dando una clase de monta de alta escuela. Con los aceros pincho y dejó un rejón desprendido para luego echar pie a tierra y ver como doblaba su ejemplar, tuvo que utilizar el verduguillo con el cual fue eficaz, pues el puntillero puso en pie al burel. Su labor recibió cariñosas palmas.
En su segundo se acopló a la embestida franca y larga del toro de Dosgutierrez, un toro bravo y encastado, fue certero con los rejones aunque el primero fue un poco trasero. Con las banderillas embelleció el morrillo y se destacó con las cortas que coloco al violín. El acero confirmó lo ejecutado en la faena. Cortó la primera oreja del festejo.
Hernán Ruíz – El Gino, se encontró con un hermoso ejemplar de Santa Bárbara, lástima que cabeceo, fue tardo y se revolvía en un palmo de terreno. Por el pitón izquierdo mostro peligro. El torero cucuteño mostró sitio y oficio, justificando su inclusión en el cartel antioqueño, tuvo que cazar al toro para poderlo matar, dejó una espada en todo lo alto que basto para que callera el de Santa Bárbara. Recibió palmas.
En el sexto del festejo El Gino se mostró embarulladlo con el capote, antes y después de la vara. El toro fue un ejemplar pronto y con calidad que persiguió los vuelos de la muleta. Hernán ejecutó buenas tandas, mostró oficio y aprovecho la embestida del castaño del Capitán Barbero. Con los aceros estuvo pesado, dos estocadas delanteras, un pinchazo y dos descabellos requirió para matar a su oponentes. Se escucharon gritos de toro, toro, toro en los tendidos. Fuertes palmas para Soñador en el arrastre y silencio para el diestro.
Cristóbal Pardo, en el tercero de la tarde vio saltar al ruedo un bonito toro de Santa Bárbara, Enmorrillado, con mucha presencia que se vino de más a menos. Pardo con el capote bordo las verónicas, en las banderillas dejó tres pares que fueron del regusto del público, en especial el segundo al violín, con mucho poder. Con la muleta ejecutó buenas tandas aunque cortas, siempre ajustándose a las condiciones del astado. Exprimió por el derecho al astado, por el izquierdo el toro tuvo una embestida descompuesta y Cristóbal sacó unos cuantos muletazos. Con el acero dejó dos soberbias estocadas, la primera se la tragó el de Santa Bárbara y con la segunda lentamente el torero Caldense vio doblar al burel. Palmas para el torero y toro escucho un aviso.
En el séptimo de la tarde – noche estuvo aceptable con el capote. En las banderillas lució y gusto, sobre todo el tercer par, con exposición y al violín. Con la muleta ejecutó buenas tandas, toreando en redondo con mucho mando. El toro tuvo calidad, humillo y metió la cabeza. La segunda parte de la faena de Cristóbal fue más para la galería, con un toreo vibrante. Mató de pinchazo y dos estocadas, la segunda cayó muy baja. Escucho un aviso.
Ramsés Ruíz, tuvo que coger a su primero, un jabonero que salió suelto, le dio mucha tela para luego templar verónicas largas. El pupilo de Santa Bárbara embistió en forma irregular, tardo y rajadito, en ocasiones soso en la embestida y con el paso de los minutos echando la carita arriba. Ramsés estuvo por encima del toro pero sin trasmitir mucho, le falto visado, por el pitón izquierdo la labor fue nula, por las condiciones del astado, pinchó en dos ocasiones y dejo una estocada que finiquito al cuarto del festejo mientras escuchaba un aviso del palco alto. Silencio para el toro y torero.
En el que cerró el festejo, estuvo bien con el capote aunque toreando en línea recta sin ganarle mucho terreno al ejemplar. Con la muleta estuvo intermitente, muletazos buenos y de calidad se sumaron a muletazos desangelados y sin hondura. Entendió al toro por el pitón derecho e intento por el pitón izquierdo sin lograr su cometido. Mató de estocada y su labor fue silenciada.