Redacción: Javier Baquero – Crotaurinos
Con medio aforo en los tendidos y frente a una corrida desigual en presentación y comportamiento, tres toreros dejaron en la arena muestra del poderío, la clase y la tauromaquia. Bolívar por la puerta grande, Uceda inmenso en el quinto, El Juli con poderío en su segundo.
Con una entrada que apenas llegó al medio aforo, cosa por demás reprochable, cuando se debía haber presentado por lo menos un lleno en los tendidos, se llevo a cabo la segunda corrida de la temporada de la capital antioqueña. Se lidiaron astados de la ganadería de Ernesto Gutiérrez, justos y desiguales de presentación. En cuanto al comportamiento tres de ellos se dejaron y tres fueron buenos enrazados y con trasmisión.
Uceda Leal en su primero se encontró con un ejemplar manso pero dócil para los engaños. En el capote saludo con una larga algo trompicada para posteriormente dibujar un par de buenas verónicas con la mano izquierda lucio el torero español. Ya con la derecha exprimió hasta el último muletazo que tenía Sastre, toro de la ganadería de Ernesto Gutiérrez. Al momento de matar Uceda que es uno de los más certeros, pinchó en todo lo alto para luego dejar una estocada un pelín caída. Se escucharon las palmas por parte del respetable.
Julián López – El Juli en el segundo de la tarde estuvo discreto con el capote frente a un negro apagado y sin fuerzas. El Juli con la muleta estuvo inteligente, con mucho mérito y siempre por encima de las condiciones del astado. Un toro que cabecio y rebrincó en la embestida. Mató de estocada y descabello. Pitos al toro y palmas al Juli.
Luis Bolívar en el tercero que saltó al albero de la plaza de toros de La Macarena despertó las palmas de los aficionados desde el momento mismo en que toreo con el capote. Saludó con una larga cambiada que hizo estallar el jubilo de los asistentes, toreo a la verónica y luego de la pica lucio por tafalleras. Su brindis en la muleta fue un grito de libertad a todos aquellos que están secuestrados y quienes según Bolívar tienen que regresar pronto. Bordo el toreo bueno, ejecutó muletazos largos y profundos, el toro colaboró en los engaños. Minuto a minuto la comunión entre toro y torero se hizo perfecta. Mató de estocada en todo lo alto y antes de que el toro doblara se hizo presente la petición y con la insistencia fueron dos orejas que el colombiano se llevo y un tapete de claveles escoltaron la vuelta al ruedo del crédito nacional.
El Juli en el segundo de su lote dejó muestra de su tauromaquia, estuvo muy bien con el capote, incluso después de la pica, cuando ejecutó quites por Chicuelinas de impecable limpieza. En la muleta inicio con la mano derecha y rápidamente quiso probar el pitón izquierdo, por donde el astado no era potable, nuevamente con el trapo en la diestra ejecutó una faena de marca mayor donde la torería, el conocimiento y sobre todo el poder hicieron que el pupilo de Gutiérrez se hiciera potable y fuera donde el torero se lo señalara. Con la espada pincho y dejó tres cuartos ligeramente traseros y una oreja fue a parar a las manos del torero. Palmas al toro.
En el quinto de la tarde José Ignacio Uceda Leal, se llevó el mejor toro del festejo. Con el capote estuvo primoroso, templando la embestida del bravo y enrazado Conquistador. En la muleta toreo con clase, con muletazos largos y profundos donde le mostró el camino al de Gutiérrez que persiguió con prontitud. Uceda brillo con los naturales que ejecutó, donde el jubilo del medio aforo hacia parecer que la plaza estuviese llena. Fue una faena larga en el tiempo, pero sobre todo en la maestría y en la pureza de los muletazos. Con el acero dejó una estocada en todo lo alto, la cual se la tragó el astado demorando en doblar, y haciendo que el buen torero español escuchara un aviso, hubo fuerte petición de los trofeos pero la presidencia concedió tan solo una oreja y la vuelta al ruedo para el astado. Fueron dos vueltas al ruedo las que dio Uceda Leal lo que compenso sin lugar a dudas la segunda oreja que de forma inexplicable el palco no concedió.
En el que cerró el festejo, un bonito toro de la ganadería caldense partió plaza, espectáculo por demás bonito para los aficionados. Luis Bolívar saludo con dos largas cambiadas, ejecutó siete hermosas verónicas y como si fuera poco remató con cuatro medias que fueron del regusto de los aficionados. Luego de la buena vara de Cayetano Romero realizó quites por Gaoneras que se sumaron a la vistosidad de lo hecho inicialmente con el capote. En la muleta saludo al astado en el centro del ruedo con pases cambiados por la espalda, luego con muletazos a mucha distancia embarco al toro arrancando los oles del público. Por el pitón izquierdo el toro no fue claro, tirando siempre gañafonazos lo que hizo imposible la labor por este lado. Hay que decir que la faena de Luis fue importante pero tuvo altibajos por las condiciones inciertas del astado. Mató de estocada y descabello, al final palmas para toro y torero.
Al finalizar el festejo el colombiano Luis Bolívar junto al ganadero Miguel Gutiérrez salieron a hombros por la puerta de San Juan.