Redacción: Javier Baquero – Crotaurinos

Bogotá – Colombia. Con cambio en el cartel e incomodidad por parte del público se llevo a cabo la corrida de rejones de la temporada taurina de la capital colombiana.

Con tres cuartos del aforo en los tendidos, tarde agradable y un cartel que sufrió variaciones por culpa del parte facultativo enviado por el rejoneador portugués Joao Moura padre, se realizo hoy en la plaza de toros de Santamaría de la ciudad de Bogotá la esperada corrida de rejones.

Se lidiaron astados de la ganadería de Dosgutierrez bien presentados en general y algunos escasos de raza. En el cartel los colombianos Juan Rafael Restrepo y Jorge Enrique Piraquive, acompañados del joven rejoneador Joao Moura.

Juan Rafael Restrepo, el rejoneador de origen americano y raíces colombianas no tuvo hoy en Bogotá la mejor de las suertes en cuanto a la lidia que brindo a sus astados, sin embargo, su lote fue el de mayor potabilidad del festejo. En su primero Restrepo colocó dos rejones bastante traseros, uno de los cuales cayo muy bajo lo que hizo que el ejemplar perdiera el aire y se apagara rápidamente. Colocó tres banderillas, la última de las cuales, fue abroncada por el público por considerar que el ejemplar estaba totalmente parado luego de los rejones defectuosos que habían quedado en sus carnes. Mató de dos medios rejones, el segundo de ellos bastante caído. Pitos para Juan y palmas para el toro.

En su segundo, cuarto del festejo, su primer rejón cayo desprendido y el segundo en todo lo alto, fue variado con las banderillas aun cuando no contó con la agrupación necesaria. Mató de rejón desprendido, tres pinchazos y rejón. Palmas para el toro y silencio para el rejoneador luego de un aviso.

Joao Moura, rejoneador esperado por la afición bogotana dio muestra de su sapiencia torera y su casta lucitana. En el segundo de la tarde anduvo bien con los rejones, colocó cuatro banderillas y toreo de costado haciendo que el público se emocionara. Mató de rejonazo y el palco concedió una oreja, que a la postre fue la única del festejo. El toro recibió palmas en el arrastre.

En el quinto de la tarde, segundo para Joao, el joven portugués dio una nueva muestra del dominio de sus jacas, colocó dos rejones de castigo y en las banderillas expuso bastante. Nuevamente el torear de costado agradó al público asistente, la faena tuvo notas muy altas pero lamentablemente al momento de firmar su actuación con el acero, el rejón calo las carnes del astado y el palco en una acertada decisión no concedió los trofeos que ya tenía ganados. Todo se quedo en una petición y vuelta al ruedo.

Jorge enrique Piraquive, a mi modo de ver desde el momento mismo del paseíllo fue maltratado por algún sector del público al hacer sonar pitos, generados según dicen algunos por la inclusión del bogotano en el cartel, cosa que es imperdonable por cuanto él tan solo acepto el hecho de venir a Bogotá como reemplazo de otro actuante y en ningún momento tuvo nada que ver con la no asistencia del veterano Moura. Sin Embargo como dicen los abuelos “de todo lo malo algo bueno se puede sacar”, pues Jorge Enrique Piraquive con su seriedad y tranquilidad logró voltear el pensamiento del público convirtiendo los pitos en aplausos y las protestas en oles.

Ahora bien, Piraquive estuvo acertado con los rejones, morrillero con las banderillas y exponiendo en cada una de las suertes. Hoy pudimos ver las jacas toreras de uno de los exponentes del arte de Marialba más entendidos de nuestro país. En su primero el bogotano mostró temple del bueno, llevo pegada su cabalgadura en varias ocasiones la mirada oscura del astado de Dosgutierrez. Estuvo acertado al momento de decidir colocar tan solo un rejón de castigo para poder así tener materia prima suficiente para lucirse con las banderillas, cosa que logró. Con los aceros las cosas no le rodaron a Piraquive y tan solo saludo desde el tercio. Lo que si es cierto que los pitos de algunos se convirtieron en grandes ovaciones.

En el que cerró el festejo Jorge Enrique acertó con los rejones, agrupo las banderillas en una monedita de cincuenta centavos y lo más importante la seriedad que le impuso a su labor dejo entrever que el rejoneo que él ejecuta es de la más pura escuela. El temple que demostró justifico su inclusión en el cartel del día de hoy, lamentablemente los aceros le impidieron salir por la puerta grande, pero no le quitaron la posibilidad de demostrar que luego de su lesión en el tobillo izquierdo todo está superado, por lo menos en lo que tiene que ver con su regreso a la cara del toro.

Al final de la tarde, cuando termino el festejo, uno a uno se fueron retirando los tres actuantes. Para Juan Rafael Restrepo fuertes pitos resonaron, en cuanto a Joao Moura el público lo aclamo sin mayores aspavientos y en el caso de Piraquive las palmas que brindaron muchos de los aficionados son un justo premio y reconocimiento a su desempeño y crecimiento profesional.