Redacción: Javier Baquero – Crotaurinos

Bogotá – Colombia. Finalizó el Festival de Verano en la ciudad de Bogotá, con una corrida donde los toreros no contaron con la materia prima necesaria para construir un triunfo. Unos más y otros menos, pero ninguno destacó frente a los toros de Orbes.

Con un lleno en los tendidos, en especial por gente menuda, concluyó la quinta edición del Festival Taurino de Verano en la ciudad de Bogotá. Se lidiaron seis astados de la ganadería de Manuel Orbes, bien presentados en general y de juego desigual, cinqueños y con muchas complicaciones, todas propias de su edad y un toro de la ganadería de Vistahermosa apañadito de presencia, como quiera que sería lidiado por el rejoneador de la casa García.

En el cartel dos confirmantes, Hernán Ocampo – Guerrita Chico de la ciudad de Cali y el sincelejano Héctor José, igualmente, el torero de Ubaté Ricardo Gómez y el rejoneador bogotano Francisco Javier García.

Ricardo Gómez quien fue incluido en el cartel en sustitución de ecuatoriano Mariano Cruz Ordoñez inicialmente anunciado, luego de los inconvenientes presentados entre la Unión de Toreros de Colombia, sección Subalternos y la Corporación Taurina de Bogotá, no contó con suerte, y decimos esto porque lamentablemente en los dos astados que lidió se puso de presente lo poco toreado del matador colombiano, lo que se evidencio por las complicaciones planteadas por los ejemplares de Orbes.

En el primero de su lote inició con ganas en la capa y en la muleta hecho la pañosa a la izquierda para ejecutar pocas y cortas tandas. Con la derecha no pudimos conocer las virtudes del torero. Mató de estocada, su labor fue silenciada y el toro “ovacionado” en el arrastre. En el cuarto de la tarde Gómez paso inédito en la capa, ordeno una vara demasiado larga y con la muleta definitivamente no se pudo acomodar. La espada y el verduguillo tampoco fueron sus aliados, escucho un aviso, su labor fue silenciada y nuevamente su oponente fue “ovacionado” camino al destazadero.

Hernán Ocampo – Guerrita Chico, el torero de la ciudad de Cali, mostró que su paso por la Península Ibérica durante los últimos años no ha sido en vano, pues los malos y complicados tienen su lidia y Guerrita dio muestra de ello.

En el primero de la tarde, toro que sirvió para la confirmación del valluno, Guerrita estuvo muy bien con el capote, ejecutando verónicas de gran factura. Con la muleta construyó tandas cortas frente a un toro tardo y Probón. La espada no colaboró para acabar rápido la labor. Escuchó dos avisos y vio silenciada su labor. En el quinto de la tarde Guerrita lanceó con poder al complicado toro de Orbes, ya en la muleta las complicaciones se hicieron más evidentes en el astado, la cara a media altura, gazapeando y mirando al torero. Mató de tres cuarto y su labor fue silenciada.

Héctor José, quien también confirmó alternativa estuvo descompuesto en la capa durante la lidia del tercero de la tarde, toro que no era un barrabas pero que descompuso la armonía de toda la cuadrilla. Con la muleta Héctor José puso mucha voluntad con la mano derecha, con la izquierda no puedo hacer nada. La espada empeoró el ambiente y escucho un aviso.

En el sexto del festejo Héctor José se las vio con el toro más complicado dl encierro tanto en el capote como en la muleta las cosas no eran claras por culpa del sentido que tenía el pupilo de Orbes. Nuevamente la espada fue una agonía para el de Sincelejo y oro aviso sonó en este astado.

Francisco Javier García, lidió un astado de la ganadería de Vistahermosa, apañadito de pitones, parado hasta el momento en que sintió el primer rejón de castigo, luego del cual persiguió con premura. El joven rejoneador no se vio certero y aseado con los rejones, con las banderillas mejoró la agrupación, aunque se extendió en la cantidad. El acero de Toledo tampoco fue el fuerte de García, razón por la cual tuvo que dar paso al veterano novillero Alcalareño para finiquitar la vida del astado. Escuchó un aviso y su labor fue silenciada.